jueves, 3 de septiembre de 2015

6 - NIEVE DE ABRIL (poemas 51 a 60).







Resurrección

Ni la dicha de tenerte
Ni la desgracia de perderte
Son ya mías
A otro pertenecerán
No a mí
Perdí tus ojos
Perdí tus manos
Tu sonrisa
Todo mi amor
Perdí tus horas junto a mí
Tu vida de sonámbulo
Tu desnortado rumbo
No sé bien hoy qué perdí
Ni qué tuve de ti
No me queda claro
Había algo en ti que al final
Me hacía perderme siempre
Si creía haberte hallado no estabas
Si estabas no te hallaba
Era como un escondite sin fin
Agotadora emoción que nunca culmina
Ayer quedó ayer
Hoy por siempre
Cerré la puerta de aquel ayer hoy lejano
Y de ti me despido
Para siempre
Tocarán las campanas de las iglesias
Y nosotros no estaremos dentro
No recorreremos los caminos
Ni veremos el sol esconderse bajo el mar
Nunca seremos nada el uno para el otro
En eso nos has convertido tú
En dos sonámbulos que por la vida
Dormidos seguirán
Te regalo toda la ilusión que puse en ti
Te regalo mis mañanas sin ti
Mis noches solitarias
Mis atardeceres tan tristes
Te va a hacer falta todo eso
Para que sepas por fin lo que es el amor
Te regalo todo
Todo menos yo
Que no seré para ti nunca más
Lo siento
Querías todo menos yo
Y ya lo tienes
Confirmado
Me marcho hacia un futuro
En el que yo no estaré más junto a ti

El gato

Aquí está el gato acompañándome
Rescatado de una muerte cierta
Bajo las ruedas de un coche cualquiera
Tumbado bajo el enorme sol de mediodía
Me miran sus grandes ojos verdes
Que como dos preguntas
Sobre su negrura infinita
Me preguntan quién soy
Yo le contesto que soy
El que le rescató de una muerte cierta
Bajo las ruedas de un coche cualquiera
Que no sé más de mí
Me dice gracias con su infinita mirada
Y entonces yo le pregunto quién es él
Y él me dice que es un gato cualquiera
Que con la paz de su presencia
Bajo la inmensa luna
Me acompaña maullando canciones de amor
Canciones del amor perdido
Canciones del amor hallado
Para que yo tranquilo duerma
Esperando cada noche la llegada
Del enorme sol de mediodía
A la cima del cielo
Y así vivo yo tranquilo y feliz
Viéndole vivir tranquilo y feliz
Bajo mi mirada de amor

Recuerdo

Recuerda
Una historia que conmigo acaba
Un final
Y algo que comienza
Mi libertad
Mi amor
Nadie salvo yo lo conoce
Nómbrame tú en tus sueños
Si quieres
Cuando la luna corone el cielo
Que yo permaneceré callado
Búscame perdido
En el campo abierto
Por la luna iluminado
Que yo allí no me encuentro
Nunca me hallarás
Recuerda los besos que nos dimos
Las horas que vivimos
La dicha renovada cada momento
De tenernos
Búscame allí si quieres encontrarme
En tu recuerdo preso
Porque olvidarte no puedo
Y recordarte no debo
Búscame allí
Porque aún te quiero

Venecia y tú

Coronada de estrellas
La luna veneciana nos hablaba de amor
Susurros de amor al oído
Dulces promesas
Palabras
Todas las palabras en ti
Todas las palabras tú
Tu mirada iluminada
El reflejo de la luz en el agua
Tú apoyado sobre la balaustrada
Galante y bello
Como una hermosa flor de primavera
Y tus manos sobre el mármol gastado de las estatuas
Sobre el oro broncíneo de las góndolas
Y tus pies desnudos sobre la arena de la playa
Donde tu cuerpo sobre el azul del cielo se dibujaba
Perfecto, puro, inmortal
Como el de un dios
Que desde el Valhala
Regresara a la tierra
Para que yo le adorara

No podré olvidarte

Puro y bello como eres
No podré olvidarte nunca
No hay olvido ni recuerdo
En mí posible
Si de ti se trata
Existes sin más
Como existe el mundo
La vida
La alegría
El mar
Nadie puede olvidar el mar
Tu imborrable recuerdo
Concepto puro primordial
Existirá siempre en mí
Porque ya existía siempre
Escrito en la memoria
Que perdida en el tiempo
Me fue entregada al nacer

La estrella

Te quiero
Y qué tontería es quererte
Si tú no me quieres
Pero me da igual
Te quiero aunque no me quieras
Te doy mi amor
Que no recibes
Y queda perdido mi amor
Por el cielo se eleva
Como un pájaro
Sube y sube
Sale al infinito cielo
Y se convierte en estrella
La estrella que cada noche te alumbrará
Pequeña luz que a la tierra llega
Nadie sabe que ésa es tu estrella
Que por ti alumbra la tierra
Y que es mi amor la que la alimenta

La belleza de tu alma

Me perdí entre las rosas del jardín
Buscando tu alma
Entre sus fragancias tan puras
Sabía que seguro te hallabas
Rozaba la seda de sus pétalos mi cara
Y aspiraba sus tenues aromas
Mezclados todos entre sus variados colores
Pero allí no estabas
Tu recuerdo tal vez me hacía buscarte
Entre tanta belleza desbordada
Bajo la luz de la primavera
Y el canto feliz de los pájaros
Estallaba todo en una alegría inocente y pura
Que a ti me recordaba
Perdido yo estaba
Y en un momento todo despareció
Ante tu llegada
Junto a mí estabas
De nuevo tú, firme tú, hermoso tú
Marcando con tu sola presencia
La música de esta primavera
El canto de los pájaros
Los mil colores de las flores
La luz desbordada del sol sobre la tierra
Y la belleza de los campos
Y a ti me entregué
Embriagado
Por el dulce aroma
De la belleza de tu alma

El cielo

Cada noche miro al cielo
Y te digo vuelve
Baja hasta mí
A hacerme compañía
Amor
Regresa al rincón del mundo
En el que siempre te estaré esperando

Música de amor

Música de amor en mi alma suena
Cuando es tocada por ti
Dulce melodía de melancólica ternura
Alegre compás de dicha eterna
Viva armonía de pasión celebrada
Canta mi alma cuando tú la tocas
Me acuesto por la noche
Duermo a tu lado
Y como tocando un arpa sonora
Pulso tu piel
Esférica piel de delicado terciopelo
Que pone mi alma atenta
A la suave cadencia
De la curva de tus labios
Rojos, húmedos, entreabiertos
En tu lejano sueño
En el que lejos de mí caminas
Yo te contemplo
Y celebro tu vida
Y te miro por dentro
Mientras te contemplo
Y me adormezco
Perdido en ti
Como dentro de un sueño
Amor, te quiero

Tu alma

Tu alma y yo nos entendíamos perfectamente
Pero tú y yo no
Yo estaba hecho para tu alma
Déjame tu alma para mí
Quédate tú contigo
No te necesito
Sólo en tu alma soy feliz
Junto a ella siento la dicha de la vida
Y la dicha del amor por siempre
En tu alma permanezco enamorado
Feliz de tenerte al fin conmigo
Sin necesidad de ti
De tu presencia
Dichoso en ti sin tenerte
Y ausente en la embriagadora paz
Del recuerdo de tu sonrisa
En la que te entregabas a mí por completo
Rendida una y otra vez
Tu alma frente a la mía

Nieve de abril (poemas 51 a 60)
José Ramón Carballo

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