lunes, 4 de febrero de 2019

Gala de los Goya 2019.





La verdad es que sólo vi el comienzo, un video en el cual Buenafuente y su acompañante huyen en coche después de la Gala, una parodia supuestamente ingeniosa que a mí me pareció tediosa y forzada, cambié de canal directamente, pensé: otra vez las mismas tonterías, por qué tienen que hacerse los graciosos?, no saben presentarlo en otro tono menos payaso?

La sensación es que hay poca materia, siempre una o dos películas como mucho acaparan todos los premios, es más una fiesta de autobombo, para ver vestidos y oír chistes que para centrarse en el cine, últimamente hasta cantan, es como que siempre está todo desenfocado, exagerado, alargado, inflado, habría que preguntarse si el cine español da para una gala anual de ese calibre o más bien bastaría con hacer públicos los premios del jurado a través de una escueta nota de prensa.

Y encima todo el que sube al escenario tiene que resultar ingenioso y original, rompedor, en estilo e imagen.

En mi opinión debería prescindirse del escarnio que supone para la débil industria del cine español tener que exponerse a airear sus miserias, 100 millones en 2018 de taquilla, Bohemian Rhapsody 800 millones de dólares.

Sin embargo surgen perlas inigualables dentro de esa raquítica producción, este año debe serlo Campeones y hace 30 años lo fue Mujeres de Almodóvar, la anorexia de nuestro cine no tiene nada que ver con la fuerza de nuestros creadores y artistas, simplemente no se les da cancha, cuando se les da suelen aparecer obras maestras, como lo es, en mi opinión, el cine de Almodóvar, y alguna que otra excepción puntual.

También es cierto que se ha ido mucho por caminos trillados y que la imposición ideológica ha cortocircuitado el fluir natural de una industria balbuceante.

Actores hay de sobra y muy buenos, España es un país de grandes actores, directores han surgido excelentes, y en música de cine hay piezas deliciosas, en Radio Clásica las programan y sorprende su belleza. Directores de fotografía los hemos tenido de talla internacional, y guionistas tal vez es donde más fallamos en mi opinión, si bien esa falta de soporte se supera a base de ingenio, creatividad e improvisación.

Cuando una película española es buena te llega doblemente por lo cercana que resulta a tu mundo, tu cultura, tu entorno, tu forma de pensar, costumbres, filosofía de vida, sentido del humor…

Es una delicia doble el cine español cuando es bueno, está claro.


El paseante


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