jueves, 25 de agosto de 2011

Algunas ensoñaciones...


Es la fuerza y la libertad lo que hace a los hombres excelentes. La debilidad y la esclavitud no han hecho nunca más que malvados.

La ensoñación me relaja y me divierte, la reflexión me fatiga y me entristece.

A veces mis ensoñaciones terminan en meditación, pero mis meditaciones terminan con mayor frecuencia en ensoñación, y durante estos extravíos mi alma vaga y planea sobre el universo en alas de la imaginación, en éxtasis que superan a cualquier otro goce.

El tumulto del mundo me aturdía, la soledad me hastiaba, tenía sin cesar necesidad de cambiar de sitio, y no estaba a gusto en parte alguna.

¿Qué me falta hoy para ser el más infortunado de los mortales? Nada de cuanto los hombres han podido poner de su parte para ello. Y bien, en este deplorable estado, no cambiaría siquiera de ser y de destino por el más afortunado de entre ellos, y prefiero más ser yo con toda mi miseria que ser una de esas personas con toda su prosperidad.

Reducido a mí mismo, me nutro, cierto, de mi propia sustancia, pero no se agota y me basto a mí mismo, aunque rumie por así decir en el vacío y aunque mi imaginación exhausta y mis ideas apagadas no procuren ya alimentos a mi corazón.

Es la adversidad la que nos fuerza a este retorno sobre nosotros mismos, y quizá sea eso lo que la hace la más insoportable a la mayoría de los hombres.

Es en este deplorable estado donde tras largas angustias, en lugar de la desesperación que parecía deber ser por fin mi suerte, he vuelto a encontrar la serenidad, la tranquilidad, la paz, la felicidad misma, pues que cada día de mi vida me recuerda con placer el de la víspera, y no deseo ningún otro para el día siguiente.

Presionado por todos lados vivo en equilibrio, porque sin atarme más a nada, sólo sobre mí me apoyo.

Jean-Jacques Rousseau
Las ensoñaciones del paseante solitario

2 comentarios:

  1. Magnifico....refleja exactamente mi estado actual, pero yo no sabria explicarlo tan magistralmente

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  2. Sólo a través del conocimiento y aceptación de lo que uno es, encontramos la fuerza y el poder necesario para ser hombres libres ya que eso hace posible que toda la información recibida del exterior sea filtrada, dando así una respuesta adecuada y acorde con nosotros mismos, independientemente de que coincida o no con el resto y eso es lo que nos hace excelentes,honestos.
    Este autoconocimiento solo es alcanzable en una "primera fase" a través de la soledad,el silencio mental y en el vacío de no hacer, sólo estar. Eso nos hace "trascender" y encontrar la serenidad, tranquilidad y la paz de la que habla Rousseau, a pesar de que las circunstancias que nos rodeen en ocasiones nos haga descender a los infiernos.
    Sólo así, para mí podemos, pasar de la ensoñación a la reflexión y de ésta a la acción para crear así un mundo más solidario y comprometido con todo y todos.

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