Pues es verdad, pero en esos casos lo mejor sería no tener
que trabajar y dedicar el tiempo al romanticismo, o por mejor decir al
espíritu.
Ayer llevé de vuelta de la residencia a su casa a mi tía,
lleva desde agosto dando tumbos, dos operaciones de cadera, estaba ilusionada
como una niña, en ocasiones tenemos que perder lo que tenemos, aunque sólo sea
temporalmente, para valorarlo, lo más sencillo, lo más cercano, simple y
básico, es lo más importante, nos pasamos la vida deseando lo que no tenemos
cuando lo único que deberíamos desear es la tranquilidad y la salud, el
espectáculo de la vida en su simplicidad es el mayor, principal y único bien
que debemos procurar, la vida es sabia y nos va trayendo lo que es necesario
que vivamos, forzar la vida, algo muy de la cultura occidental, no lleva sino a
la frustración y al fracaso porque no estamos preparados nunca para lo que
deseamos, y es que lo deseamos por ignorancia, si realmente estuviéramos
maduros para tenerlo ya lo tendríamos porque la vida nos lo habría brindado de
forma natural.
Qué te parece esto?
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