Reflejos
Reflejos sobre el espejo del agua
Sobre el cristal del hielo
Sobre tu mirada
Reflejos sobre tus ojos
Imágenes poderosas que me llegan de ti
Y poseen mi imaginación
Se apoderan de mí
Me subyugan
Me someten
Me enamoran
Reflejos como hechizos
Encantamientos, brebajes, maldiciones
Malditos reflejos de los que no puedo
No quiero, no sé
Liberarme
Reflejos de nubes, de olas, de estrellas
Reflejos de lunas
Reflejos sobre el cristal de tu mirada
Pálidos, brillantes, fugaces, perpetuos
Espejismos, alucinaciones, pesadillas
Reflejos de ti en mí
Tenues reflejos que se desvanecen
Se pierden
Se alejan
Se marchitan
Reflejos como flores de luz de un pasado feliz
Todos los reflejos en ti
Todos los reflejos tú
Y siempre sobre mí
La sombra de tu reflejo
José Ramón Carballo
22 de noviembre de 2016
Así no hay quién duerma!
Vuelvo a intentar cada noche dormir
Apenas duermo, eso creo, nunca suficiente
El gato maulla, le digo shusss!
Pero ni caso
La perrita me pide bajar de la cama
Luego me pide subir
El gatito me muerde los dedos de los pies
Se duerme enroscado a mis piernas
En un abrazo pasional que me corta la circulación
Me despierto, bebo agua, voy al baño
Me desvelo, aún las 4, pienso en mi desolación
En mi desgracia, mi soledad, mi negro futuro
Al final acomodo mi pensamiento en los momentos felices
En el pasado
Me duermo
Los gatos se ponen a jugar
Echan carreras, echan carreras?, pero si apenas son las 5!
Tendrá frío la perrita? La subo a la cama, la tapo dulcemente
Gime de placer
Sólo el perrito respeta mi sueño, le abrazo, le acaricio, le toco el hociquillo rosa
Gime dulcemente mientras la perrita ronca ya sonoramente
El gato vuelve a maullar, qué pesado:
Shuss!
El gatito me araña la pierna en un gesto repentino, como sincopado, eléctrico
Así no hay quién duerma!
Mi salud se resentirá
Ya casi las 6!
Hora de levantarse
Y mientras mis queridos amigos duermen
Yo me preparo el café
Qué cruz!
Y así noche tras noche
El gato ronronea y la perrita parece gemir
Roncar, o hablar, uhhhmmm… uhhhmmm!
José Ramón Carballo
28 de noviembre de 2016
Eternas llamas
Desamores que arden como fuegos
Eternas llamas en las que arder
Y no terminar nunca de arder
Amores cansados ya, sin llama
Fuego, calor, pasión
Amistades perdidas, sueños rotos
Momentos pasados, ilusiones que no volverán
Me arrepiento de todo, de ti y de mi
De nosotros, de todos nosotros
Me arrepiento de vivir
Ese inútil ejercicio
Que no conduce sino a la nada
Que se mueve entre el vacío y la falsa solemnidad
Me arrepiento de vivir, de haber vivido
Algo que nadie me preguntó si quería
A lo que vine sin haber decidido venir
Algo a lo que no consigo ver su finalidad
Me arrepiento de mí, de haber sido
Aunque culpa no tengo me arrepiento igualmente
De todo este inútil ejercicio fútil
Inexplicable, que me deja atónito
Mi vida, cualquier vida, toda la vida
Su fisicidad, su fatal destino final
Su crueldad, su simpleza, su absoluta instantaneidad
Perdí todas las coartadas, todas las quimeras
Me desengañé de todos mis engaños
Quedé yo al fin despojado, preparado
Pronto a dejar de ser habiendo sido alguien
Alguien a quién desconozco, un extraño que vivió antes de mí
Antes de ser el que soy ahora
Un incrédulo de vida
Un crédulo de nada
Y precisamente por todo eso
Un alma que querría renacer sin embargo
Y volver a vivir pese a todo
Como un mecanismo que sólo sabe funcionar
Y sin embargo se extingue
Incesante, inevitable, infinitamente
Estúpidamente
José Ramón Carballo
29 de noviembre de 2016
La ciudad
La ciudad tiene algo cósmico
Como de planeta atrapado entre las estrellas
La ciudad puede ser una ciudad espacial
Una nave varada en el espacio
Hablamos de la tierra, yo hablaría de ciudades
A los marcianos les interesan las ciudades, está claro
En el campo se aburrirían, hay poco que contar
La ciudad es un planeta inagotable, un cosmos infinito
Una realidad inabarcable, indescriptible en su totalidad
Nadie sería capaz de ser tan exhaustivo como para contarla
La ciudad es una narración inenarrable
Una novela de tantos personajes que te acabarías liando
Un cuento con millones de moralejas, tantas como vidas
Una fábula llena de personas en lugar de animales
Un poema homérico brutal que ni Homero hubiera podido narrar
La ciudad es una milonga, un quilombo, un verso
Yo vivo la ciudad sin comprenderla apenas
Igual que vivo la vida que viene a ser lo mismo
Un hormiguero lleno de hormigas
Que no saben que no son sino eso, hormigas
Y se creen hombres
José Ramón Carballo
29 de noviembre de 2016
Buda
Buda, me estás mirando?
No sé bien si me miras
Pero sé que si me miras me comprendes
Que si me comprendes me justificas
Que si me justificas me quieres
Que si me quieres me elevas junto a ti
Buda, me estás mirando?
No sé bien si me miras
Pero sé que si me miras me aceptas
Si me aceptas me escuchas
Si me escuchas me valoras
Si me valoras me ponderas
Si me ponderas me elevas junto a ti
Buda, me escuchas?
No sé bien si me escuchas
Por eso a veces no te hablo
Es tan absoluta tu mirada que todo lo contiene
Tan firme tu expresión que toda duda borra
Tan poderosa tu presencia que no hay palabras posibles
Tan intangible eres que si pienso en ti me veo yo
Y si pienso en mí a ti te veo
Buda, me sientes?
Estoy aquí, como un ciego que sólo ve con el corazón me pareces
Como una estatua inanimada y fría
Que todo el calor en torno suyo tuviera
El calor de su alma que baña mi alma
El calor de su amor que enjuga mi desconsuelo
El calor, como un sol perenne
Que me alumbra, reconforta y da vida
José Ramón Carballo
29 de noviembre de 2016
Auto padre
A veces siento un poco pena de mí mismo
Me veo como un pobre niño desgraciado
Al que un padre bondadoso contempla
Yo soy el padre y el hijo a la vez
Me autocontemplo, me autocompadezco, me autoayudo
Me quiero entonces más porque soy mi propio padre
Y me doy cariño, me siento seguro y protegido
Me siento entonces bien, como un niño abrazado por un padre
Un padre hipotético, virtual, ficticio
O no tanto porque al fin yo soy mi padre
En tanto que me he ido creando, recreando, completando
Ayudando a levantar una y otra vez
Acariciando, besando, sonriendo, dando cariño
Formando, educando, amando
Para padre yo
Para hijo yo
Todo en uno
Yo
José Ramón Carballo
2 de noviembre de 2016
Palabras
Yo te veo en palabras
Te construyo en palabras
Te destruyo con palabras
Te reedifico con palabras
Y para olvidarte olvido las palabras
Cuando bailas yo veo moverse palabras
Cuando besas me besas con una palabra
Una palabra que pasa de boca a boca
Y caminando vas esparciendo palabras
Sembrando palabras de amor en mí
Palabras para todo
Palabras en todo
Siempre palabras
Salvo cuando hablas, escribes o piensas
Entonces sólo veo imágenes
Por qué será que si miro imágenes veo sólo palabras
Y si miro palabras veo sólo imágenes?
Al final vivo las palabras
Y sólo recuerdo las imágenes
José Ramón Carballo
3 de diciembre de 2016
Teléfono
Sonabas con timbrazos sonoros intermitentes
Difícil no escuchar tu voz destemplada e imprevista
Había que correr rápido para alcanzarte antes de que callaras
Parecías un ser animado, dotado de cierta inteligencia, un robot
Descolgaba el auricular y alguien hablaba, conocido o desconocido
Luego había una conversación, breve o larga, según, un adiós y se colgaba
Hasta aquí todo bien, el problema era esperar algo de ti que no llegaba
Una llamada para un trabajo, una cita de amor, una llamada de un ser querido
Había llamadas difíciles siempre y llamadas fáciles que se volvían difíciles
Llamadas por cumplir, de cortesía, sin verdadero interés, por guardar las formas
Luego estaban las llamadas que uno hacía, en ocasiones la línea estaba ocupada
Había que estar en casa para atender tus llamadas, había que estar pendiente, sin despistarse
A veces no sonabas nunca durante demasiado tiempo y cuando sonabas era un desconocido
En ocasiones la línea se averiaba y había que llamar desde otro teléfono para dar aviso
Eras un milagro, algo de mágico tenías, de niño mi madre me decía: descuelga, y yo temblaba
Hablar con alguien a quién no ves, cuya cara no contemplas, cuyas expresiones desconoces
Hablar muchas veces por hablar, por llenar el vacío y distraerte, y no saber bien cuándo colgar
Cortar la conversación, poner fin a un diálogo que sucedía entre dos ausentes
Nunca me entusiasmaste, parecías un carcelero de mis emociones, mis sentimientos, un dictador
Mucho de mí tenía lugar a través de ti y eso me volvió neurótico contigo
Algunas de mis más amargas lágrimas cayeron junto a ti, esperando algo imposible que nunca llegó
Esperando quizás un mundo diferente para el que parecía tú tenías poderes
Pero para el que en realidad eras impotente mientras me sonreías con tu boca llena de números
Llena de circulitos que giraban en una esfera y con un número escrito en el centro
El indicativo de mi geoexistencia, la referencia de quién me buscara, el desagüe final de mi vida
Conservo las agendas llenas de números como el tuyo de personas que se perdieron de mi vida
Con enmiendas, tachaduras, borrones, conservo todo aquello como un flaco favor a mi memoria
A mi desmemoria, a mi desventura, y en todos esos números y nombres veo el gráfico del entonces
Como en una arqueología caótica voy descubriendo que todo anhelo fue inútil, fugaz, absurdo
Y que la única persona con la que debía haber estado siempre en comunicación era una sola en realidad
YO
José Ramón Carballo
15 de diciembre de 2016
Te despides de mí
Te despides de mí con un gesto incrédulo
Como si quisieras volver siempre junto a mí
O mejor no separarte nunca de mí
Sin embargo acabas por marcharte
O tal vez sea yo el que me marche
Seguramente nos marchemos los dos
Pero entre nosotros no caben las despedidas
Siempre juntos estaremos en espíritu al menos
Tú mi espejo, yo tu sombra, los dos nuestros reflejos
Mezclados, confundidos, atribulados, perdidos
Tanto mundo, tanta vida, tantas distancias
Caminos, lejanías, perdidos recorremos
Sin volver nunca volviendo siempre en el recuerdo
Cómo se vuelve a ti? Me pregunto
Y cómo se vuelve a mí? Me pregunto
Y las preguntas quedan siempre flotando en el aire
Neblinas que un día levantarán y permitirán ver la luz
La luz que compartimos cuando estábamos juntos
Esa luz como un manantial de vida
Que nos perseguía hasta hacernos felices
Felices a la fuerza igual que ahora somos
A la fuerza también, desgraciados
José Ramón Carballo
16 de diciembre de 2016
Cataclismos
Cataclismos, terremotos, tempestades
Diluvios, plagas, epidemias, hambrunas
La peste, la gripe, el cáncer, el sida
El frío, la miseria, la tristeza, la enfermedad
La muerte, la propia, la ajena, la espiritual
El renacer, resurgir, revivir, sobrevivir
El bienestar, la dicha, la felicidad, el amor
La fertilidad, la procreación, el esfuerzo
El trabajo, la riqueza, la sociedad, el capital
La desigualdad, la penuria, la explotación
La infelicidad, el desamor, el sufrimiento
La incomprensión, la manipulación, la cosificación
El exterminio, la violencia, la mentira, la maldad
El sinfín, la eternidad, el paraíso prometido
El aburrimiento, la pereza, la depresión
El robo, el asesinato, el abuso, el infierno
El cielo prometido, la justicia, la misericordia
Yo, tú, todos
José Ramón Carballo
16 de diciembre de 2016
Del libro Poemas inmateriales
Autor: José Ramón Carballo
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