miércoles, 1 de febrero de 2017

La política y yo.





No hay noticias motivantes en la prensa, es como si quisieran hundirnos la moral a los lectores, me pregunto si es que nunca pasa nada bueno, ni en España ni en el mundo.

Por aquí la política es lo único neutro que puede haber, si bien no deja de ser preocupante en qué manos estamos, ahora está en el candelero otra vez Pedro Sánchez que regresa y las fotos de Errejón e Iglesias discutiendo en el Congreso, dan cuenta ambas cosas de lo cutre que es actualmente nuestra política, con personajes que no dan de sí más allá de lo puramente anecdótico.

Y eso es todo, lo demás son desgracias, también tenemos el fenómeno Trump que ha descolocado a la derecha y a la izquierda por igual al acabar con lo políticamente correcto, ese concepto tan acrisolado durante tanto tiempo que nadie se ha atrevido a echar abajo.

La única esperanza a nivel nacional era Podemos y pronto quedaron convertidos en un nido de corruptelas y un patio de vecindad, aparte de que enseguida se descubrió lo endeble de su preparación para llevar adelante semejante reto, una oportunidad perdida al haber caído un proyecto tan interesante en manos de unos cuantos buscavidas, pero es lo que hay.

En general los partidos están en descomposición, todos de igual manera, el pp mantiene el tipo porque está gobernando y en épocas de bonanza los ejércitos se mantienen más unidos, hay menos deserciones, las prebendas a repartir son más numerosas y eso aquieta los ánimos, el psoe se va disgregando paulatinamente cada día más al estar pasando mucho tiempo sin tocar poder.

Luego tenemos el fenómeno Manuela Carmena, para mi gusto único, sin precedentes, he de decir que su buenismo, si es verdadero, me engancha, ese diletantismo buenista, ese ser aficionado en todo sin ser profesional de nada tanto de ella como de su equipo me pone, tiene algo de erótico, me recuerda a las películas de la transición tipo El diputado, o a las comedias de Berlanga, en las que lo inverosímil era la norma, creo que ésa es la mejor comparación, Carmena es una alcaldesa berlanguiana, como una especie a Mari Santpere de la política, divertido, al menos hay espectáculo pero francamente después de Ana Botella uno estaba esperando algo mejor y no algo en la misma línea.

Menudo destino el de Madrid últimamente, bastante triste, poco edificante.

No quiero terminar estas opiniones sin referirme a Ciudadanos, sufro con ellos, en concreto con su líder, el mismo empacho que con Pablo Iglesias, una especie de sobresaturación que ha desarrollado en mí una fobia que llega a producirme hasta una reacción física, algo así como una náusea, y es que creo ver dentro de ellos, es como si fueran transparentes a mis ojos y viera su interior, y como allí sólo veo el más absoluto vacío, algo así como una especie de precipicio, pues siento vértigo y me entran mareos, debe ser una alucinación mía pero me parece tan real lo que veo que no puedo evitar sufrir y lo paso fatal, con lo cual he optado por no mirarlos.

Mi voto como siempre para PACMA, el partido animalista contra el maltrato animal, eso es inamovible, cada día subiendo en votos, en las últimas elecciones tuvieron más votos que el PNV, eso sí, como fue a nivel nacional, no consiguieron ningún diputado, mientras el PNV por el tema de la circunscripción obtuvo 5, hasta cuando esta ilógica ley electoral que beneficia a los de siempre? Vivir en un país que no prohíbe las corridas de toros es significativo de todo lo que sucede en él, sin dudarlo.


El paseante


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