jueves, 31 de mayo de 2018

Puñales. Poema.





Puñales

Las cosas me hieren con sus puñales de acero
Se me clavan como alfileres, agujas, estiletes, espadas
Puñales de acero que me desangran
Voy perdiendo la vida herido por las cosas
Inevitable sufrimiento el de vivir que va dejando heridas
Unas parecen curarse, otras no curan nunca
Y ahí van quedando, en cicatrices algunas que el tiempo cose
O abiertas otras
Con los años uno va quedando marcado por las heridas
Huella del vivir inevitable
Mi sensibilidad hace que las cosas me hieran
Quiera o no mi voluntad el daño se produce
Interno, casi siempre callado, injustificable, injusto
Destino puede decirse
Más bien casualidad
Pero las cosas me hieren, es un hecho
Como puñales que se me clavan
En el alma y en el cuerpo

José Ramón Carballo
26 de mayo de 2018


jueves, 17 de mayo de 2018

miércoles, 16 de mayo de 2018

Identidad. Poema.





Identidad

Me siento extraño en esta vida que no he elegido
Que parece haberme elegido a mí
Torpe vida, inútil vida, tiempo perdido
Existir por existir en una vida prestada y ajena
Me siento extraño contemplando mi vida
La siento vivida por otro que no soy yo
Porque el que imaginé ser no soy
Y el que soy no quiere vida que como cárcel le aprisione
En un abrazo de identidad que nunca seré yo
Porque yo no necesito identidad, ni vida, ni nada
Porque yo si soy algo creo ser algo fuera de toda contingencia
Como una nada que existe y se perderá en la nada después
Que proviene de la nada para no ser nada nunca
En una impotencia de existir que me conforma
Y que es eterna

José Ramón Carballo
14 de mayo de 2018


lunes, 14 de mayo de 2018

Renuncia. poema.





Renuncia

De repente sentí una pena inmensa por todos
Una pena inmensa por mí que se extendió a todos
Un convencimiento de que todos y yo somos unos desgraciados
Una pena por vivir, por la vida estéril, el fracaso, la injusticia
Sentí que algo se había quebrado dentro de mí
Y que me daba cuenta de repente aunque siempre fue así
Sin que hubiera salida ni solución a este destino fatal
Y me sentí atrapado, prisionero de vivir
Como una mosca atrapada que no hace sino dar vueltas
Y vueltas, y vueltas, sin saber salir porque no hay salida
Pero a diferencia de la mosca yo me daba cuenta de mi inútil cautiverio
Y sufría preguntándome para qué servía el sufrimiento
El cautiverio, la infelicidad y la injusticia
La mía y la de todos
Sin obtener respuesta

José Ramón Carballo
12 de mayo de 2018