jueves, 28 de febrero de 2013

Madriz esencial (2). La iglesia del Carmen.




Madriz esencial. La Iglesia del Carmen.

Dos piadosas tradiciones adornan el edificio de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen y San Luis, la primera se refiere a la fundación del convento de Carmelitas a finales del siglo XVI y la segunda a la conservación de la Imagen del Carmen pese a la desaparición de la imagen de San Simón Stock y la destrucción de casi todas las imágenes del templo en 1936.

Cuenta la primera, de la construcción del primer monasterio del Carmen Calzado en Madrid que, estando prohibido por Decreto del emperador Carlos, de 5 de enero de 1935 la fundación de monasterios en la villa de Madrid y sus aledaños, orden que mantuvo su hijo Felipe II, los hermanos Obregonianos, auxiliados por el Caballero de Gracia, dieron en denunciar a la Inquisición el uso que se hacía, en la mancebía, instalada en el lugar que hoy ocupa la parroquia del Carmen y San Luis, de una imagen de la Virgen María. Esta imagen se utilizaba a modo de propaganda para que los usuarios de la mancebía acudiesen a ella. Desahuciados los propietarios e incautados sus bienes el solar fue ocupado por los Carmelitas que, en una noche y de forma precaria, instalaron las celdas de los frailes. La imagen de la Virgen es conocida hoy como Nuestra Señora de Madrid. La amenaza de sanción para el incumplidor de la norma real hizo que Tirso de Molina escribiera unos versos al respecto.

La otra tradición, referida a la inexplicable permanencia de la imagen de la Virgen del Carmen en su camarín, tras la ocupación de la parroquia por las fuerzas del Frente Popular, dice así:

Se dedicaron durante las primeras horas a destruir las imágenes que tenían a mano y a saquear los archivos y dependencias. Llegados al retablo de la Iglesia echaron cuerdas a la imagen de San Simón Stok y dieron con él en tierra. Pretendieron hacer lo mismo con la imagen de la Virgen del Carmen y rompiéronse las cuerdas. ¡Mañana vendremos con mulas y cadenas! Afirmaron, y, llegado el día siguiente ataron con cadenas la imagen de la Virgen del Carmen e hicieron que las mulas tiraran de ellas. Despatarráronse las mulas en la nave de la Iglesia y se rompieron las cadenas, dejando convertida los milicianos a la Imagen del Carmen en alegoría de la República sin más que entregarle una bandera.


La lectura del fin de semana. Giovanni Guareschi. Don Camilo. 1973.



“…Es preciso darse cuenta que en esta desgraciada lonja de tierra situada entre el río y el monte pueden suceder cosas que no ocurren en otra parte. Cosas que nunca desentonan con el paisaje. Allá sopla un aire especial que hace bien a los vivos y a los muertos, y allá tienen alma hasta los perros. Entonces se comprende mejor a don Camilo, a Pepón y a toda la otra gente. Y nadie se asombra de que el Cristo hable y de que uno pueda romperle la cabeza a otro, pero honradamente, es decir, sin odio. Tampoco sorprende que al fin dos enemigos se encuentren de acuerdo sobre las cosas esenciales (…) Porque es el amplio, el eterno respiro del río el que limpia el aire. Del río plácido y majestuoso, sobre cuyo dique, al atardecer, pasa rápida la Muerte en bicicleta. O pasas tú de noche sobre el dique y te detienes, te sientas y te pones a mirar dentro de un pequeño cementerio que está allí, debajo del terraplén. Y la sombra de un muerto viene a sentarse junto a ti, no te espantas y te pones a platicar tranquilamente con ella”

“Sé que es para ti pecado mortal ver que hay hombres que dejan malograrse la gracia de Dios, pues sabes que yo bajé del caballo para recoger una migaja de pan. Pero es preciso perdonarlos, porque no lo hacen para ofender a Dios. Ellos buscan afanosamente la justicia sobre la tierra porque no tienen ya fe en la justicia divina, y procuran afanosamente los bienes terrenales porque no tienen fe en la recompensa divina. Por eso creen solamente en lo que se toca y se ve, y los aviones son para ellos los ángeles infernales de este infierno terrestre que en vano tratan de convertir en paraíso. Es el fruto de la excesiva cultura que conduce a la ignorancia, pues si la cultura no está sostenida por la fe, en cierto punto el hombre sólo ve la matemática de las cosas. Y la armonía de esta matemática se vuelve su Dios y olvida que Dios es el creador de esa matemática y de esa armonía. Pero tu Dios no está hecho de números, don Camilo, y en el cielo de tu paraíso vuelan los ángeles buenos. El progreso torna el mundo cada vez más pequeño para los hombres: algún día, cuando las máquinas corran a cien millas por minuto, el mundo parecerá a los hombres microscópico y entonces el hombre se hallará como un gorrión en el ápice de un altísimo mástil, asomado sobre el infinito, y en este infinito volverá a encontrar a Dios y la fe en la verdadera vida. Entonces odiará las máquinas que han reducido el mundo a un puñado de números y las destruirá con sus propias manos”

Giovanni Guareschi
Don Camilo

Está nevando sobre Madrid. Poema.



Está nevando sobre Madrid

La nieve, la romántica nieve
Se arremolina en torno a mí
Como en un ballet de livianas mariposas
Que aletean delicadamente
Suspendidas en el frío éter de la mañana de invierno
Intento atrapar los copos
Que se me escapan como flotantes nubes de algodón
Perecederos desaparecen al poco de tocar el suelo
Y siguen cayendo sobre mí, sobre el mundo, sobre todas las cosas
Incesantes
¿Estarán cayendo allá lejanos sobre tu recuerdo?
Esta lluvia de copos me envuelve el alma
Como un punteo de suaves notas musicales
Que vuelan entre el gris del cielo
Y mientras van componiendo la melodía de esta mañana de invierno
Que mi alma, atenta enamorada
Escucha en silencio

José Ramón Carballo
28 de febrero de 2013


miércoles, 27 de febrero de 2013

Mis conversaciones con Woody (17). Me he enamorado... (2).



-          Dime Woody, ¿cómo vas con tu enamorada?
-          Pues fatal, peor imposible.
-          ¿Y por qué, te ha dado calabazas?
-          Peor que eso.
-          ¿Peor que eso?
-          Sí, si al menos me hubiera dado calabazas ya estaría resuelto el tema, no aguanto esta tensa espera antes de que me dé calabazas.
-          Woody, ¿qué te pasa?, ¿estás acaso jugando a la profecía autocumplida?
-          No lo sé, estoy muy confundido. Temo que lo descubra.
-          ¿Qué es lo que temes que descubra?
-          No puedo decírtelo.
-          Vamos, seguro que es una tontería, dímelo.
-          No jr, no insistas, no te lo voy a decir, se trata de algo muy grave.
-          ¿Pero cómo de grave?
-          Es algo que me impide poder tener una relación con una mujer.
-          ¿……?
-          No te lo voy a decir, de verdad, no puedo, es superior a mis fuerzas.
-          ¿………..?
-          No voy a confesártelo, de verdad.
-          ¿Eres gay Woody? ¿Es ésa la razón? A mí puedes decírmelo, no se lo voy a contar a nadie.
-          Por Dios, qué dices, cómo se te ocurre, ojalá fuera eso, ojalá fuera sólo eso, es mucho peor, infinitamente peor.
-          Peor que ser gay, francamente no se me ocurre nada.
-          Jr, te lo confieso, pero no te burles de mí, ¿me lo prometes?
-          Te lo prometo Woody.
-          ¿Me das tu palabra?
-          Te doy mi palabra.
-          ¿Me lo juras?
-          Te lo juro.
-          Jr, me huelen los pies.
-          ¡¡¡¡¡¡¡QUÉ DICES, QUÉ TE HUELEN LOS PIES, QUÉ FUERTE!!!!!!!!!!
-          Jr, por favor, no me montes un escándalo, ves como es lo peor, lo más horrible.
-          Pero Woody, tienes razón es algo realmente horrible, pero bien visto es algo peor aún ser gay.
-          No te burles de mí encima, lo ves, no debía habértelo dicho.
-          Mira Woody, eres un neurótico, a mí también me huelen los pies y sigo vivo, ¿has probado Peusec?
-          Peusec, ¿y eso qué es?
-          Un antitranspirante, lo tienes en spray y en plantillas, las plantillas son muy prácticas y cómodas de llevar, y para ocasiones puntuales siempre tienes el spray.
-          ¿Y funciona?
-          A mí me va muy bien, desde que lo uso mi vida sentimental ha cambiado.
-          ¿De veras?
-          De veras.
-          ¿Y cómo lo sabes?
-          Al menos ahora sé que me dejan por cualquier otro motivo excepto el olor de pies.
-          Bueno, algo es algo, lo voy a probar.
-          Verás como ganas confianza en ti mismo.
-          Gracias jr, eres un amigo.
-          No hay de qué, un placer.

(continuará)

El paseante


martes, 26 de febrero de 2013

Paisaje soñado (2).

Paisaje soñado (2). Óleo sobre lienzo. José Ramón Carballo.

El cuadro de la semana. Puerto de mar y el embarque de la reina de Saba. Claude Lorrain. 1684.



Poema de la reina de Saba

¿Dónde estarás tú que nunca te encuentro?
¿Dónde tu sonrisa?
Tu mirada
Tu calma
¿Dónde está tu palabra?
¿En qué rincón del mundo te escondes?
Algún malentendido de estrellas
Algún equívoco de lunas
Algo hubo que nos separa
Y hace que no podamos nunca encontrarnos
Perdidos el uno del otro
Por entre las esquinas del mundo
En los umbrales del sueño
Sobre las nubes de plata
Caídos del cielo
Perpetuos
En la dulce desdicha 
De este extraño destierro

José Ramón Carballo
24 de febrero de 2013


P.d.- las casualidades del blog resultan curiosas, hace un año hablé de la Reina de Saba en el blog, de la referencia a sus amores con el Rey Salomón en el Cantar de los Cantares, por las mismas fechas un año después y hojeando un libro sobre arte que me ha regalado mi tía recientemente aparece una referencia a la Reina de Saba en este cuadro de Claudio de Lorena, uno de mis paisajistas favoritos, poco considerado precisamente por ser paisajista al haberse ponderado más desde siempre el retrato o las escenas mitológicas en la historia de la pintura hasta que en el S.XIX irrumpe el paisaje con propia carta de naturaleza, y es Claudio de Lorena un precursor del énfasis que en la pintura se puso posteriormente en los paisajes, en cierta medida el auge del paisajismo en pintura comienza con él y continúa con Turner llegando directamente a los impresionistas que lo consolidan definitivamente, haciendo que la pintura pierda sus argumentos tradicionales, presentar un personaje o una situación, desargumentizándose en la simple contemplación de las perspectivas, los colores, las luces, la belleza de un paisaje y de la naturaleza. Claudio de Lorena es un maestro en captar la luz, las diversas tonalidades del cielo, la luz en los diferentes momentos del día, especialmente en los atardeceres, contrastados con ruinas romanas en primer término, escenarios recreados por él, inventados, irreales pero bellísimos, en este cuadro la disculpa para recrear tanta belleza es el embarque de la Reina de Saba en su viaje para encontrarse con el Rey Salomón del cual había oído hablar de su sabiduría, como presente le llevó numerosas riquezas, resulta todo tan idealizado, tan poético, tan hermoso, que se mezclan la leyenda y el paisaje en un único significado, la belleza.

el paseante

lunes, 25 de febrero de 2013

Diario de un paseante. El supermercado de mi barrio.



Diario de un paseante. 23-02-2013 9:50. El supermercado de mi barrio.

Es un supermercado cualquiera, está al lado de mi casa, apenas un paseo, cruzo la avenida principal del barrio, atravieso unos jardincillos, y como escondido aparece agazapado entre las sombras de las farolas, digo esto porque siempre voy por la tarde y ahora en invierno es de noche muy temprano, a la puerta siempre suele haber uno o varios perritos atados a la barandilla de la escalera que esperan pacientemente a su amo, cada uno al suyo, claro, no les sirve uno cualquiera, y que observan atentamente a todo el que sale cargado de bolsas por si por fin reconocen a su amado amo, lo de salir cargados con bolsas cada vez menos con lo de la crisis, se compra menos y dentro hay menos productos,  en algunos casos rayando en la escasez, por ejemplo, antes los pasillos del supermercado estaban atestados de mercancía, ofertas variadas, productos especiales, ahora los pasillos lucen vacíos, sorprendente y algo desolador.

El supermercado de mi barrio tiene un vigilante muy amable, un hombretón con trazas de galán de Hollywood a lo Cary Cooper o Clark Gable, una mezcla de ambos, lo digo por lo del bigote, es muy serio, pero si le saludas te contesta amablemente, cuando llego tarde del trabajo y ya han cerrado intento entrar y no me deja, me señala impertérrito el reloj desde dentro, el reloj de la muñeca, de su muñeca, pero yo miro y veo que no lleva reloj, que se trata sólo de un gesto simbólico, entonces saco el móvil y señalo el móvil como diciéndole que ésa es una hora más precisa que la de una muñeca que no lleva reloj, pero él me dice que no con la cabeza y dice un no con la cabeza muy marcado, me recuerda a cuando me decían que no con la cabeza cuando era niño, tengo estudiado desde entonces la amplitud del movimiento de cabeza que dice no, si sobrepasa un límite que está marcado, aprendido, en mi memoria, sé que es inamovible, le miro el bigote que no se mueve, que no dice nada, que no sonríe, y se estrella mi deseo contra la puerta que no abre, miro con nostalgia a los últimos clientes que aún hacen cola en la caja con las luces ya medio apagadas, y me voy algo enfadado, diciéndome que este vigilante es poco flexible, cosa de los actores de Hollywood, interpretan sus papeles hasta las últimas consecuencias.

Pese a todo no me llevo mal con el vigilante, sé que cumple su función y que siempre tiene razón en lo de la hora de cierre, otra cosa es que yo sea un poco tramposo y quiera aprovecharme de un supuesto desfase horario entre relojes, inventado desfase que Greenwich desmiente siempre, la que sí es amiga mía es la cajera, siempre quiere venderme las ofertas del día, ayer tenían el paquete de nueces a 2 euros, pero no me gustan las nueces, me saben amargas, y además si quiero nueces mi pueblo está lleno de huertos de nogales, me doy un paseo por el camino de las huertas y recojo las que quiera, y además de auténticas nueces españolas, no de California, españolas, las mejores, las de toda la vida, las que había cuando yo era pequeño, deliciosas, pero eso pasa en mi pueblo con todo, los higos, las manzanas, los membrillos, todo lo que cuelgue de los árboles es robable por definición, al menos para mí, me pasa como con la hora de cierre del súper, soy algo tramposo, total al final se pudre todo eso en el árbol o en el suelo sin que nadie lo aproveche, lo que nunca he entrado es a las huertas, hay en temporada, por Halloween, unas calabazas espectaculares, y unos melones en septiembre que se ven deliciosos en la distancia, y unos tomates suculentos, y unas lechugas muy verdes, las lechugas más verdes y bonitas del mundo están todas en mi pueblo, y las lombardas más azules, y las cebollas más blancas y grandes, cuando recogen las cebollas huele todo el pueblo a cebolla durante varios días.

Bueno, creo que me he vuelto a ir por las ramas, cosas de la edad, pierdo el hilo, es que ya soy muy mayor, tengo 52 años, no sé si ya os lo había dicho pero es algo que me gusta dejar claro de antemano, si queréis ser mis amigos ya lo sabéis, no soy ningún joven, tal vez por eso soy algo más sabio, o al menos yo así me siento, quiero decir que de joven iría al supermercado pero no lo vería como lo veo ahora, el vigilante me parecería un antipático sin más, no tendría para mí nada de hollywodiense, y de la cajera no me haría amigo, ni le compraría las ofertas del día, por cierto, ayer la compré unos envases pequeñitos de leche vaporizada para echar al café, una tontería, pero lo compro sólo por agradarla, eran sólo a 50 céntimos, un chollo, además le hace ilusión que se lo compre, se lo noto, a la pobre nadie le compra las ofertas de día, con la crisis la gente lleva el dinero justo, me dijo que estaba muy buena la leche vaporizada echada en el café, que le daba un sabor dulzón, yo voy y le digo que no tomo café y me pregunta que qué es lo que desayuno, un vaso de leche le contesto y se ríe, me dice: bueno, entonces no vas a echar leche a la leche, y se vuelve a reír, se ríe más y más alto, le hago gracia aunque no diga nada, me ve y se sonríe, es muy simpática, yo creo que me considera una especie de Woody Allen, despistado, contradictorio, caótico, entrañable, bonachón y absurdo, le hago gracia como si fuera un Woody Allen de andar por casa, aunque ella seguro que no conoce a Woody Allen tanto como yo que es mi alter ego, pero me mira y me siento como Woody aunque ella no piense en Woody cuando me mire, pero Woody es un sentimiento universal, mira ahí va un tipo como Woody, eso lo piensas aún sin saber quién es Woody muy bien, bueno, pues eso, que para ella soy un Woody Allen sin nombre ni etiqueta, un Woody Allen innombrado, apócrifo, esto no sé si lo he sabido explicar muy bien, a veces no sé hilvanar bien las palabras con los pensamientos, los pensamientos son tan sutiles e imprecisos en ocasiones, tan evanescentes, y las palabras tan pesadas que cuesta dominarlas, domarlas, pulirlas, aligerarlas, entrelazarlas sutil y debidamente.

Si leyera todo esto la cajera del supermercado se volvía loca, y al verme saldría corriendo, abandonaría la caja a la carrera, o lo mismo le hacía gracia y se enamoraba de mí perdidamente, y hasta acababa viendo alguna película de Woody Allen y me adoptaba como su Woody Allen particular, como quién adopta una mascota, y cuando entrara a trabajar por las mañanas me ataba a la barandilla de la escalera del supermercado y me dejaba ahí todo el día tumbado al sol de la mañana viendo llegar y marchar a todos, esperando que saliera mi dueña, ¿mi dueña?, así llamaba Don Quijote a Dulcinea, mi dueña…, suena bonito.

Mi dueña, la cajera, es muy generosa, a la gente necesitada que le falta alguna monedita para pagar siempre se la perdona, un día la van a echar, tiene muy buen corazón, recuerdo un día que delante de mí iba a pagar un niño con una paquete de pan de molde y un paquete de golosinas en las manos, no le alcanzaba el dinero, seguro que su madre le había dado para comprar el pan y le había dicho que le subiera la vuelta, seguro, eso me decía a mí mi madre de niño, me decía, y ten cuidado con la vuelta, que no te engañen, cuando yo era pequeño debían de engañar a los niños con la vuelta, o eso se pensaba mi madre al menos, pues bien, cuando el niño fue a pagar se puso rojo, yo ya estaba presto a pagarle la diferencia para que se pudiera llevar las golosinas pero la cajera se me adelantó, le sonrió como una madre, como sólo una madre sabe sonreír, y le regaló las golosinas.

La cajera del súper y yo estamos hechos el uno para el otro, yo creo que soy su Woody Allen, y ella mi Annie Hall, claro, pero todo desde un punto de vista imaginario, de ficción, como cinematográfico, mejor así, como una fantasía, si nos emparejáramos ella descubriría enseguida que me huelen los pies, qué vergüenza, a Woody seguro que no le huelen los pies, en el cine esas cosas no se notan, y yo descubriría que su instinto maternal tan tierno con el niño seguramente conmigo la convertiría en una mandona, no sé, tal vez me estoy precipitando en lo de que sea una mandona, pero en lo de mis pies os aseguro que no me estoy precipitando, es una cuestión hormonal, soy muy hombre y a los hombres nos huelen los pies, lo mismo hasta le gustaba…

Por cierto, la cajera no sabe mi edad, todavía no se la he dicho, ella me llama de tú, y me hace ilusión, como si aún me viera joven, y eso me hace sentir bien, me rejuvenece, es tan buena conmigo.

Esta tarde voy a volver sólo para comprarle la oferta del día, nada más.

Nada más.

El paseante

La película de la semana. Dead poets society. Peter Weir. 1989.



Acaban de poner en la tele El club de los poetas muertos y he recordado mis tiempos de Bachillerato, la nostalgia, siempre la nostalgia, últimamente estoy muy nostálgico, ¿será que me voy a morir?, volviendo al tema, yo tuve mi Keating particular, en cuarto de Bachillerato tuvimos un profesor de literatura como él, alguien que por fin nos comprendía y hacía que todo fuera fácil, interesante, motivador, especial.

Sus clases de literatura eran una fiesta, aprendí en apenas un año con él más literatura de la que he aprendido en toda mi vida, creo que mi gusto por la lectura y mi interés por la escritura no hubieran seguramente existido si no hubiera sido por él, yo no era mal estudiante, mediano, pero ese año en literatura batí todos los records, en la redacción de todas las semanas quedaba siempre el primero, semana tras semana durante un año me tocó leer la redacción ante mis compañeros y luego oír los encendidos elogios del profesor que me instaba a ser escritor, me sentía abrumado pero no podía dejar de escribir lo que pensaba, lo que sentía, lo que me emocionaba.

Aquel año, en aquellas clases de literatura fui inmensamente feliz.

Creo que mi gusto por el arte, el pensamiento y la creatividad tienen en ese profesor su catalizador, sin él yo no sería el mismo, sería diferente, él me abrió las puertas de un mundo diferente, una nueva dimensión de la vida, y no sólo a mí, él también tenía como en la película su club de los poetas muertos, y éramos toda la clase, que de aquellos adolescentes lograra hacer aunque sólo fuera durante un año unas personas sensibles y maduras fue un milagro, un milagro conseguido a fuerza de sinceridad, diálogo, comprensión y razonamiento, algo en las antípodas de la educación que imperaba en un colegio de curas de comienzos de los años 70 en la España franquista.

Pero como en la película a él también le echaron del colegio, apenas duró un año, hizo que se tambalearan los cimientos de aquella rancia educación tradicional hasta tal punto que el resto del claustro de profesores se pusieron en su contra y le expulsaron porque supuestamente era una mala influencia para nosotros, para nosotros que nos quedamos como huérfanos cuando se marchó, no le dejaron ni despedirse de nosotros, simplemente un buen día no volvimos a verle más.

Se daba la circunstancia de que además de nuestro profesor de literatura era el tutor de mi clase lo cual suponía que éramos sus niños mimados, nos adoraba, se notaba, cuando eres un adolescente necesitas de manera especial la comprensión, el cariño, la escucha, y él nos daba todo eso, nos comprendía de una manera muy especial porque era uno más entre nosotros, uno más entre nosotros…, precisamente por eso le echaron.

La disculpa que dieron a nuestros padres es que nos metía mano, fue vergonzante, encima nos mancharon a nosotros con esa falsa acusación, aún recuerdo cuando mis padres me preguntaron si me había tocado, bochornoso y humillante que el único profesor del colegio que no era gay sin sombra de duda alguna al respecto fuera expulsado acusado de ser gay y de abusar de los alumnos precisamente por quienes eso hacían de manera impune y de forma continuada.

Aquella fue la primera lección en la vida sobre el funcionamiento de las organizaciones, el precio de ser diferente, la amenaza que supone para los demás el destacar, y el valor de la mentira.

No la he olvidado nunca, y siempre llevaré en el recuerdo a aquel profesor de literatura que me inoculó el virus más preciado y devastador, la más potente droga, el más peligroso narcótico, la búsqueda de la belleza, la armonía y la verdad.

Y el más preciado don que jamás he recibido de nadie, la integridad.

El paseante

(en recuerdo de mi profesor de literatura de cuarto curso de bachillerato)
 

Decíamos ayer. Febrero 2012 (4). Hay tanta soledad en ese oro y otras historias.

lunes, 20 de febrero de 2012


José Ramón Carballo López. Semblanza.



Es mi mejor amigo y mi mejor enemigo a la vez, nadie como él me conoce, sabe todo de mí, mis fortalezas, mis debilidades, conoce mis triunfos y mis fracasos, mi biografía, mi luz, mi oscuridad, mi pasado, mi presente, mi futuro. Él es, por qué no decirlo, yo.
Pero en ocasiones me resulta como si fuera alguien extraño, que no conozco, me sorprende cada día de una manera diferente dejando de ser él, el que yo conozco, y siendo alguien diferente, y entonces no sé bien qué hacer, la relación de amistad que mantenemos se tambalea y peligra, en ocasiones llegamos a enfadarnos por discrepancias, dejamos de hablarnos, nos ponemos de mal humor, nos hacemos reproches, acabamos deprimidos, aburridos el uno del otro, y se genera una distancia, una incomprensión, una falta de comunicación que acaba por convertirse en un extrañamiento y una intolerancia.
Pero pese a todo le quiero, no puedo dejar de quererle, son ya muchos años juntos, día tras día, desde que nos conocemos no hemos dejado de estar juntos, lo nuestro fue amor a primera vista y para siempre, y aunque discutamos y estemos regañados seguimos juntos, conviviendo en la misma casa, durmiendo en la misma cama, y hasta enfadados nos abrazamos en sueños y nos perdonamos cada noche aunque al desayuno no nos hablemos de nuevo.
Y así va pasando la vida, se ve que Dios me lo puso en mi camino para así ganarme el cielo, seguro, pero a veces él es el cielo en la tierra, el único cielo que yo concibo, y a veces es el infierno, pero un infierno al que siempre sigue la dulzura del amor.
Cuando me reconcilio con él viene siempre lo mejor, no hay nada como las reconciliaciones, son fantásticas, es como si todo volviera a brillar, como si la luz del sol volviera a iluminar el mundo como lo haría el primer día de la creación y todas las cosas volvieran a tener sus mejores colores.
He de reconocer que si he conocido la felicidad ha sido gracias a él, y es que no hay nada como el amor, un amor duradero que día a día va creciendo pese a todo y haciéndome mejor.
No concibo ya la vida sin él, le quiero tanto que no podría vivir sin él, no puedo imaginar estar sin él, simplemente me moriría, me acabaría, me volvería nada.
Gracias a él vuelo por el cielo cada día y me hago grande como las estrellas y bello como el sol.
Bueno, decirte, sólo y una vez más, que te quiero, y gracias por compartir la vida contigo, es un honor jr,

Un beso,

el paseante

viernes, 17 de febrero de 2012


Hay tanta soledad en ese oro...


Mírala. Es tu espejo.


La lectura del fin de semana. Ensayo sobre el día logrado. Peter Handke.


Yo de pequeño era así, rezaba todas las noches para que el día siguiente fuera eso precisamente, un día logrado...
No lo decía exactamente con esas palabras pero eso era lo que buscaba y lo que pedía cada noche en mis rezos.
Se me iba un poco la cabeza por el sueño, me despistaba y abreviaba las oraciones, a veces las mezclaba o pasaba de unas a otras, me liaba y me iba adormeciendo, al día siguiente nunca recordaba dónde acabó la oración y comenzó el sueño la noche anterior, la frontera era borrosa, inexistente, cruzaba una y otra vez del territorio de la oración al reino de morfeo y volvía a salir, hasta que al final de un traspiés caía definitivamente del lado de los sueños y Freud me recogía en sus brazos y me llevaba por el reino de Hades.
Mitológico, ¿o no?
Yo era como un fauno que de la mano del Doctor Freud cruzaba cada noche el reino de los muertos, sin saberlo, y regresaba vivo a la mañana siguiente, indemne, descansado, con renovadas energías de vida.
Cosas de niños...
Bueno, pues todo esto era para presentar como se merece el libro de Peter Hadke Ensayo sobre el día logrado, Handke es uno de mis escritores de culto, os lo recomiendo.
El libro trata sobre un día cualquiera narrado en primera persona detalle a detalle, puro naturalismo, como poner un espejo en el camino que dijo Zola, pero a fuerza de naturalismo el resultado es expresionista y es que no hay nada más expresivo que la realidad desnuda sin comentario o añadido alguno, lo que más hace pensar son los hechos tal cual, sin aditamento, colores o conservantes añadidos.
Es el diario de un día cualquiera vivido por el escritor, narrado en primera persona.
Podéis repetir su experiencia, ir narrando vuestro día cualquiera, veréis todo lo que aprendéis de vosotros mismos, de los demás y del mundo en general.
El narrador va haciéndose consciente de todo lo que por su pluma pasa, la escritura, la palabra, hace que se estructure el pensamiento y tomen cuerpo las ideas.
El escritor pone fin a la somnolencia de la vida con sus palabras.
Es como el niño que reza y a la vez duerme.

Besos,

el paseante

Comentario sobre la imagen: es el angelito que colgaba sobre mi cama cuando era niño, a él le rezaba, yo me identificaba con él, era como él, un angelito...



Hola, soy yo, ya es carnaval...


La carne, sí, la carne, el regreso de la carne, el regreso de Don Carnal y Doña Cuaresma, cada año, no fallan, son visita obligada, y este año en plena crisis...
Crisis de carnaval...
Siempre la carne, un año más, como cada año, la carne regresa...
Carne de carnaval...
¿Y el blog?
¿Va a haber actividades de carnaval en el blog?
¿Cabalgata? ¿Disfraces? ¿Pregón? ¿Entierro de la sardina?
¿Queréis que el pregón lo haga la señora de la limpieza?
¿Preferís tal vez al camarero de la churrería?
¿Me preferís a mí?
¿O tal vez mejor que lo haga Orfeo?
Porque la pobre Eurídice tiene difícil poder hacerlo.
Salvo que lo haga desde el reino de Hades.
Se me ha ocurrido una idea, a ver qué os parece...
¿Por qué no hace el pregón Hades?
Genial, como todas mis ideas.
Pero no me habéis dicho nada de mi disfraz.
No sabía si ponérmelo, me veía algo ridículo, como fuera de lugar, pero luego pensé que se trata precisamente de eso, de resultar ridículo y de estar fuera de lugar.
Muy paseante, porque el blog es en ocasiones como una gran cabalgata de carnaval en la que todo tiene cabida, la vida, la muerte, la alegría, la tristeza, la reflexión, el disparate, las erecciones, todo y más...
El carnaval es la ruptura deliberada de todas las normas, la pantomima, el disfraz, por una vez en el año aparentamos ser lo que de verdad somos, porque el resto de año vamos disfrazados de nosotros mismos, sin dudarlo.
Somos como no queremos ver que somos y con el carnaval, medio en broma, salimos por fin a la calle vestidos de nosostros mismos.
¿Os gustaría cambiar de sexo por carnaval?
¡Qué divertido poder sentir lo que siente el sexo contrario!
Bueno, paseante, no hay sólo dos sexos, eso del sexo contrario te sonó antiguo, tanto Freud para esto...
Este carnaval voy a disfrazarme de Sigmund Freud, voy a recortar la barba de Papa Noel que tengo de esta navidad, me pondré esas gafas que parecen anteojos, y le pediré la pipa a mi padre.
Soy un genio.
O mejor me disfrazo de Einstein, o mejor de Harpo Marx, y así no tengo que hablar, me llevo una bocina y ya está.
Sí, mejor de Harpo, es más descansado, lo de Freud y lo de Einstein requiere "demostrarlo", muy cansado.
Para Harpo necesito una peluca, le voy a pedir a mi tía una que tenía cuando yo era pequeño, ¿la habrá tirado ya?, ¿estará apolillada?
Y el traje lo compro en los chinos que tienen de todo.
¡Qué diver!
¡Es guay!
¿Verdad?
Superguay.
Estoy emocionado.
Bueno, y si no siempre puedo disfrazarme de María Antonieta, soy un experto, pero me imagino lo que iba a decir la señora de la limpieza, muy fuerte...
¿Queréis que empecemos el carnaval en el blog?
En pleno período psicoanalítico del blog y encima de carnaval, qué pasada...
Bueno, pues un beso, un beso de tornillo, pero de mentira que es carnaval, ¿vale?, un beso de tornillo falso, que no significa amor, sólo deseo...

Os deseo,

el paseante

María Antonieta desde el cielo. Mi querido niño...


"El suave tacto de tu piel que iluminaba mi alma con la luz del amor..."

Mi querido niño, mi tierno infante, no veo el momento de volver a acariciar tus cabellos, de sentir el suave tacto de tu piel, el delicado roce de tus labios, y la dulzura de tu mirada sobre mí.
Quiero volver a oír la música de tu voz, susurrando en mis oídos palabras de amor, escuchar la ternura de tus amorosas palabras aleteando en el aire como mariposas de amor que acarician mi cuello con el suave roce de sus alas de seda, haciéndome estremecer de placer.
Estar ya siempre junto a ti, por toda la eternidad, amor, te quiero.

La Reine
Marie Antoniette

Madame Bobary c'est moi...


Era a principios de abril, cuando abren las primaveras; un aire tibio circulaba sobre los bancales labrados, y los jardines, como las mujeres, parecían componerse para las fiestas de verano...
....
Al día siguiente fue para Emma un día fúnebre. Todo le pareció envuelto en una atmósfera negra que flotaba confusamente sobre el exterior de las cosas, y la pena se hundía en su alma con aullidos suaves, como hace el viento en los castillos abandonados. Era ese ensueño que nos hacemos sobre lo que ya no volverá, el cansancio que nos invade después de cada tarea realizada, ese dolor, en fin, que nos causa la interrupción de todo movimiento habitual, el cese brusco de una vibración prolongada.
...
¡Ah!, ¡se había ido el único encanto de su vida, la única esperanza posible de felicidad! ¿Cómo no se había apoderado de aquella ventura cuando se le presentó? ¿Por qué no lo había retenido con las dos manos, con las dos rodillas, cuando quería escaparse? Y se maldijo por no haber amado a León; tuvo sed de sus labios. Le entraron ganas de correr a unirse con él, de echarse en sus brazos, de decirle: “¡Soy yo, soy tuya!”.
...
Entonces Rodolphe, con una extraña sonrisa y con la mirada fija, los dientes apretados, se adelantó abriendo los brazos. Ella retrocedió temblando. Balbuceaba:
- ¡Oh! ¡Usted me da miedo! ¡Me hace daño! Vámonos.
Y él se volvió enseguida respetuoso, acariciador, tímido.
- Ya que no hay más remedio –replicó él, cambiando de talante.
Emma le ofreció su brazo. Dieron vuelta. Él decía:
No me ha entendido. Usted se equivoca conmigo. Usted está en mi alma como una madona sobre un pedestal, en un lugar elevado, sólido e inmaculado. Pero la necesito para vivir. ¡Necesito sus ojos, su voz, su pensamiento! ¡Sea mi amiga, mi hermana, mi ángel!
Y alargaba el brazo y la estrechaba la cintura. Ella trataba débilmente de desprenderse. Él la retenía así, caminando.
......
¡Oh, Rodolphe!...-dijo lentamente la joven mujer apoyándose en su hombro.
La tela de su vestido se prendía en el terciopelo de la levita de Rodolphe, Inclinó hacia atrás su blanco cuello, que dilataba con un suspiro; y desfallecida, deshecha en llanto, con un largo estremecimiento y tapándose la cara, se entregó.
....
Se repetía: “¡Tengo un amante!, ¡un amante!”, deleitándose en esta idea, como si sintiese renacer en ella otra pubertad. Iba, pues, a poseer por fin esos goces del amor, esa fiebre de felicidad que tanto había ansiado.
Penetraba en algo maravilloso donde todo sería pasión, éxtasis, delirio; una azul inmensidad la envolvía, las cumbres del sentimiento resplandecían bajo su imaginación, y la existencia ordinaria no aparecía sino a lo lejos, muy abajo, en la sombra, entre los intervalos de aquellas alturas.


Entonces recordó a las heroínas de los libros que había leído y la legión lírica de esas mujeres adúlteras empezó a cantar en su memoria con voces de hermanas que la fascinaban. Ella venía a ser como una parte verdadera de aquellas imaginaciones y realizaba el largo sueño de su juventud , contemplándose en ese tipo de enamorada que tanto había deseado. Además Emma experimentaba una satisfacción de venganza. ¡Bastante había sufrido! Pero ahora triunfaba , y el amor, tanto tiempo contenido, brotaba todo entero a gozosos borbotones. Lo saboreaba sin remordimiento, sin preocupación, sin turbación alguna.

Fragmentos de Madame Bobary de Gustave Flaubert

Fersen desde Madrid. Ya es invierno.


Ya es invierno querida Antoniette, y te echo de menos, especialmente en estas fechas me acuerdo mucho de ti, te quiero mon petite Antoniette, mon cher amour, siento una infinita nostalgia de ti, un desconsuelo, una tristeza, una profunda melancolía, y sólo pienso en el día en que volvamos a estar juntos, tú y yo, mon cher coeur, mon petit, mon amour.

Axel de Fersen
Conde de Fersen

¿Qué haré sin Eurídice?


Orfeo

Che farò senza Euridice?
Dove andrò senza il mio ben?
Che farò? Dove andrò?
Che farò senza il mio ben?
Dove andrò senza il mio ben?

Euridice! Euridice!
Oh Dio! Rispondi! Rispondi!
lo son pure il tuo fedele.
lo son pure il tuo fedele, il tuo fedele.

Che farò senza Euridice?
Dove andrò senza il mio ben?
Che farò? Dove andrò?
Che farò senza il mio ben?
Dove andrò senza il mio ben?

Euridice! Euridice!
Ah! Non m'avanza
più soccorso, più speranza,
né dal mondo, né dal ciel.

Che farò senza Euridice?
Dove andrò senza il mio ben?
Che farò? Dove andrò?
Che farò senza il mio ben?
Dove andrò senza il mio ben?

Aria de la ópera Orfeo y Eurídice de Christoph Willibald Gluck.

jueves, 16 de febrero de 2012


Orfeo y Eurídice (final).



En el último momento Orfeo se vuelve para ver a su amada a la cual no bañaban aún totalmente los rayos del sol.
Entonces Eurídice cae desvanecida en los brazos de Orfeo y muere.
Y Orfeo muere de amor.

el paseante


El enamorado.



Poema El Enamorado
de Jorge Luis Borges
 
Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,
lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.

Debo fingir que en el pasado fueron
Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.

Debo fingir las armas y la pira
de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.

Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura. 
 
 

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Salomón y la reina de Saba.


De mi biblioteca: El Cantar de los Cantares

El Cantar de los Cantares es un canto al amor. Un libro de ardiente pasión y erotismo, que se dice inspirado en los amores de Salomón y la reina de Saba.

El Cantar de los Cantares, está incluido en el canon de la Biblia, de manera que como libro inspirado, viene a santificar el amor humano. Como muestra leamos los siete primeros versículos del Cantar 4:

"¡Qué bella eres, amada mía, qué bella eres! Palomas son tus ojos a través de tu velo; tu melena, cual rebaño de cabras, que ondulan por el monte Galaad.
Tus dientes, un rebaño de ovejas de esquileo que salen de bañarse: todas tienen mellizas, y entre ellas no hay estéril.
Tus labios, una cinta de escarlata, tu hablar, encantador. Tus mejillas, como cortes de granada a través de tu velo.
Tu cuello, la torre de David, erigida para trofeos: mil escudos penden de ella, todos paveses de valientes.
Tus dos pechos, cual dos crías mellizas de gacela, que pacen entre lirios.
Antes que sople la brisa del día, y se huyan las sombras, me iré al monte de la mirra, a la colina del incienso.
¡Toda hermosa eres, amada mía, no hay tacha en ti!"

Flores (repetición).



Flores

Te traigo estas flores
Como una ofrenda a un dios
Mira en sus colores la dicha que me das
En su suavidad la suavidad de tus caricias
En su fresca juventud mira tu pureza inmaculada
Y en su tersura mira la firmeza de tu alma
Que junto a mí vive
Templando mi alma
En el suave fuego de tu amor

José Ramón Carballo.
Del libro de poemas "Poema de cada día".

Nota: repito esta entrada por ser una de vuestras favoritas y por estar en la semana del amor, y porque en mi opinión es preciosa.

Tristán e Isolda.


...Tristán...


Quién fuera tan grande
para caber en tus ojos
como el mar lo hace.


Quién fuese sol
para escoltar tus huellas
del arribo del alba
a tu amanecer nocturno
de sirena.


Quién fuese estrella
para dibujar
el sueño de tu pelo
pálido camino
donde lloramos juntos.


Quién fuese tu rey
mi alondra mañanera
para merecer tus ojos
quién tuviese sangre plateada
para amarte más
de lo que te amo yo
y los pájaros solos.

Anónimo.

Mi corazón se abre a tu voz como las flores se abren (repetición).


Mon cœur s'ouvre à ta voix
Mon cœur s'ouvre à ta voix comme s'ouvrent les fleurs
Aux baisers de l'aurore!
Mais, ô mon bien-aimé, pour mieux sécher mes pleurs,
Que ta voix parle encore!
Dis-moi qu'à Dalila tu reviens pour jamais!
Redis à ma tendresse
Les serments d'autrefois, ces serments que j'aimais!
Ah! réponds à ma tendresse!
Verse-moi, verse-moi l'ivresse!
Ainsi qu'on voit des blés les épis onduler
Sous la brise légère,
Ainsi frémit mon cœur, prêt à se consoler
À ta voix qui m'est chère!
La flèche est moins rapide à porter le trépas,
Que ne l'est ton amante à voler dans tes bras!
Ah! réponds à ma tendresse!
Verse-moi, verse-moi l'ivresse!

¡Mi corazón se abre a tu voz
como se abren las flores
a los besos de la aurora!
Mas, ¡oh! mi bien amado!,
para que mis lágrimas se sequen mejor,
deja que tu voz suene otra vez!
Dime que a Dalila
tú regresas para siempre!

¡Vuelve a decirle a mi ternura
las promesas de otro tiempo,
los juramentos que tanto amo!
¡Ah! ¡Responde a mi ternura!
¡Inúndame, vierte sobre mí la embiaguez!

Del mismo modo que se ve
a las espigas de trigo ondularse
bajo la brisa ligera,
¡así vibra mi corazón,
presto a consolarse
con tu voz que me resulta tan querida!
La flecha es menos rápida
para llevar la muerte,
que tu amada
para llegar a tus brazos!
¡Recuerda a mi ternura
las promesas de otro tiempo,
los juramentos que tanto amo!
¡Ah! ¡Responde a mi ternura!
¡Inúndame, vierte sobre mí la embriaguez!


Samson et Dalida. Camille Saint-Saëns.

Nota: repito esta entrada por ser una de vuestras favoritas y por estar en la semana del amor, y porque en mi opinión es preciosa.

Orfeo y Eurídice.


Orfeo tocaba muy bien la lira, a la muerte de su amada Eurídice queda desconsolado y las musas al oír la música tan triste que toca le aconsejan que baje al reino de Hades a buscar a su amada para volverla a traer al reino de los vivos, Orfeo entra en el reino de Hades, va sorteando los peligros en el más allá gracias a la belleza de la música que toca con su lira, rescata a su amada pero Hades le dice que la guíe de nuevo a la vida yendo él delante y que no vuelva la vista atrás hasta que los rayos del sol bañen por completo a Eurídice.
Llegan hasta el final del camino, salen del reino de Hades y el el último momento Orfeo vuelve la vista atrás por ver a su amada...
¿Y qué pasa?
(continuará...)
Paseante, por Dios, no me hagas esto, no me dejes así...
Eres cruel paseante.

Abrazos,

el paseante

He ido al especialista por lo del priapismo.


Fui otra vez al médico especialista por lo del priapismo y se echó a reir.
Lo primero que hizo fue preguntarme si había algún cambio en mi vida, en mi entorno, que pudiera influir en mi estado.
Según él ,esta situación siempre tiene un origen exógeno.
En principio no caigo qué pueda ser, doctor... Le dije.
Me contestó que lo pensara con calma y que observara qué persona o personas estaban cerca cuando tenía una recaída, o en quién o en qué estaba pensando cuando tenía una crisis de priapismo.
Bueno, iré viéndolo.
De momento me ha dicho que no es de preocupar, que procure relajarme, hacer algo de deporte, distraerme y descansar, que tal vez tenga estrés o problemas que hacen se vea agravada mi situación.
No me ha recetado nada nuevo, me ha dicho que si persiste la tensión que siga con el relajante muscular.
Pero sigo igual o peor, y el caso es que no logro averiguar la causa...
Necesito ayuda.

el paseante

miércoles, 15 de febrero de 2012


Especial fetichistas: los pies.

Pies de el paseante.
Los pies, mis pies, aquí os los dejo, sé que los estábais esperando, estamos en la semana del amor y dentro del período psicoanalítico del blog, debemos pues tratar del fetichismo, de los fetiches, que para el psicoanálisis, para Freud, tienen una importancia capital en el análisis de la psique humana.
Los pies son uno de los fetiches fundamentales que existen, hay otros muchos, pero los pies son un fetiche bastante corriente para la mayoría de las personas.
Y me pregunto por qué es esto así, y si ha sido desde siempre así o es algo reciente.
Reciente, lo que se dice muy reciente no debe ser porque ya en la Sagradas Escrituras se dice que los querubines se tapaban los pies en presencia de Dios.
Desde la antigüedad los pies han simbolizado o representado la sexualidad.
Curioso.
Desde entonces ya...
Pues sí.
¿Y por qué es así?
Pues según Freud el fetiche no es sino el objeto en el cual se fija nuestra vista justo en el momento anterior a la contemplación del objeto sexual, del objeto del deseo, es decir, justo antes de la contemplación del órgano sexual.
Por ejemplo, las bragas, las medias y los zapatos de tacón.
Las bragas son la última visión antes de poder contemplar el órgano sexual femenino, las bragas como fetiche quedan fijadas en la psique del hombre en su infancia cuando de niño desde el suelo se asoma a mirar por entre las faldas de las mujeres, el niño juega en el suelo y aprovecha para mirar inocentemente, ¿inocentemente?, y entonces contempla las bragas y se pregunta qué es lo que cubren...
Las medias son un fetiche vicario de las bragas, anteceden a la contemplación del fetiche último, y los zapatos de tacón igual respecto a las medias.
El niño va subiendo su mirada desde los zapatos de tacón hasta las medias y luego a las bragas, y luego, ya adulto, contempla lo mismo que entonces y en su psique esos tres objetos conforman ya tres fetiches que anticipan su placer sexual último y producen un placer por anticipado.
El problema surge cuando el fetiche se convierte en el objeto de deseo en sí mismo y llega a cumplir la función de objeto sexual sustituyendo al órgano sexual.
En ese caso la evolución natural de la sexualidad y su concentración en un único objeto final, el órgano sexual, se ha visto interrumpida debido a algún trauma y surge la disfunción en la psique y la perversión de la sexualidad.
El niño desde su pluriforme sexualidad inicial que indefinida aún en el objeto todo lo abarca, debe ir centrando su deseo sucesivamente a través del aprendizaje hasta enfocarlo en el deseo del órgano sexual femenino.
Larga evolución que no siempre termina allí, en ocasiones se pierde en los objetos, en otras ocasiones se pierde en su mismo sexo, y en otras se pierde y vuelve a él mismo quedándose estancada en el primer paso la autosatisfacción sexual de los primeros años de vida.
¿Y entonces por qué los pies del paseante son un fetiche?
Pues muy sencillo, porque anteceden a la visión del miembro viril de el paseante...
¿Os apetece verlo?

el paseante


piano, estera y velador...

Corrientes tres cuatro ocho,
segundo piso ascensor,
No hay porteros ni vecinos,
adentro cocktail y amor.
Pisito que puso Mapple,
piano, estera y velador,
Un telefón que contesta,
una vitrola que llora,
Viejos tangos de mi flor,
y un gato de porcelana
pa´que No maúlle el amor.
Y todo a media luz...
que es un brujo el amor,
A media luz los besos,
a media luz los dos.
Y todo a media luz,
crepusculo interior,
Que suave terciopelo
la media luz de amor.
Juncal doce veinticuatro
telefoneá sin temor,
De tarde, té con masitas,
de noche tango y champán.
Los domingos, té danzante,
los lunes desolación.
Hay de todo en la casita:
almohadones y divanes
como en botica, cocó,
alfombras que no hacen ruido
y mesa puesta al amor...

Carlos Gardel

Hoy me he vuelto a enamorar...


En el jardín de mis amores
donde sembré tantas noches de locura
tantas caricias colmadas de ternura
que marchitaron dejando sin sabores.
En el jardín de mis amores
he cultivado romances y pasiones
que con el tiempo se han vuelto desengaños
que van tiñendo de gris mis ilusiones.
Hasta que llegaste tú
trayendo nuevas pasiones a mi vida
con la mirada que alivia mis heridas
con ese beso de amor que no se olvida.
Hasta que llegaste tú
con la inocencia que aún desconocía
para enseñarme que existe todavía
una razón para ver la luz del día.
Hoy me he vuelto a enamorar
y nuevamente ha germinado la pasión
en el jardín donde reinó la soledad
nació la flor que hace feliz mi corazón
Hoy me he vuelto a enamorar
atrás quedaron esos años de agonía
y justo en medio de mi triste soledad
llegaste tú para alegrar el alma mía
Hasta que llegaste tú
con la inocencia que aún desconocía
con la mirada que alivia mis heridas
con ese beso de amor que no se olvida.
Hasta que llegaste tú
trayendo nuevas pasiones a mi vida
para enseñarme que existe todavía
una razón para ver la luz del día.
Hoy me he vuelto a enamorar
y nuevamente ha germinado la pasión
En el jardín donde reinó la soledad
nació la flor que hace feliz mi corazón
hoy me he vuelto a enamorar
atrás quedaron esos años de agonía
y justo en medio de mi triste soledad
llegaste tú para alegrar el alma mía.

Cantan Alejandro Fernández y Gloria Estefan