viernes, 29 de junio de 2012

Y yo me iré.



EL VIAJE DEFINITIVO 

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón de aquel mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico.

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando


Juan Ramón Jiménez

The fountain.


The fountain

Fountain of cold water, like a glass under the bright of the light
Colors like your colors I have never seen before in my life
I like you, I like your sounds, the sounds of your water that falls in the vase
In the calm of the sea of your reverse sky
Tears of happiness fall so softly, so pure, so delicious
Tell me fountain, where is your soul, the soul of your voice that call me around the quiet garden
Where is the vision of you that always wait for me night of day in the center of my memory
Don't forget the answers because I'm always waiting to your voice
Your voice reflected in the walls of the palace like an eco of the heaven
Your liquid voice that give me the peace of the university, day by day beside you
I want to kiss you my beloved fountain, I want to love you, only to love you
And let me stay by you feeling in the sounds of your softly water that falls in the air
 The feeling of my eternal love for you, like the love of a slave to his goodness

José Ramón Carballo
29 de junio de 2012


Desayuno con mis amigos Carmen y Tomás.


Han tenido el detalle de venirme a ver a mi trabajo y además me han invitado a desayunar, son estupendos, y muy guapos, a la vista está.
Les he notado algo pesimistas con la situación del país, pero sin embargo muy sonrientes, curiosa contradicción.
Y es que con este buen tiempo y siendo verano nadie puede estar triste, ¿verdad?
Ánimo chicos!!!!!!!

Os quiere,

el paseante

Los cuatro pasos hacia el amor. Osho.

Osho: LOS CUATRO PASOS HACIA EL AMOR


LOS CUATRO PASOS HACIA EL AMOR

Osho:
El amor es la unión, el encuentro orgásmico de la muerte y la vida. Si no has conocido el amor, te lo has perdido. Naciste, viviste y moriste, pero perdiste la oportunidad. Te has equivocado tremendamente, totalmente, absolutamente, has perdido el intervalo entre las dos notas. Ese intervalo es el pináculo más alto, la experiencia suprema.
Para alcanzarlo, hay cuatro pasos que debes recordar.
El primero: estar aquí y ahora, porque el amor sólo es posible en el "aquí-ahora". No puedes amar en el pasado. Muchas personas viven simplemente de recuerdos, amaron en el pasado. Y hay otros que aman en el futuro; eso tampoco se puede hacer. Estas son formas de evitar al amor. El pasado y el futuro son las formas de evitar al amor.
De modo que amas en el pasado o amas en el futuro y el amor es sólo posible en el presente porque sólo en este momento la vida y la muerte se encuentran... en el oscuro intervalo que está dentro de ti. Ese intervalo oscuro está siempre en el presente, siempre en el presente, siempre en el presente. Nunca es pasado y nunca es futuro. Si piensas demasiadoy pensar es siempre o del pasado, o del futurotus energías se separarán de tus sentimientos. Sentir es estar aquí-ahora. Si tus energías se mueven en función del pensar, entonces no tendrás suficientes energías para adentrarte en los sentimientos y el amor no será posible.
Así que el primer paso es estar aquí-ahora. El futuro y el pasado traen pensamientos y el pensar destruye el sentir. Y una persona obsesionada con el pensar, poco a poco se olvida completamente de que también tiene un corazón.
Un hombre que piensa demasiado, avanza de tal manera que, poco a poco, deja de expresar lo que siente. No prestándole atención al sentir, empieza a alejarse de él. Hay millones de personas en este estado sin saber qué significa el corazón. Creen que es sólo un mecanismo. Se concentran exclusivamente en la mente. La mente es un extremo, es necesaria, es un buen instrumento, pero debe usarse como un esclavo. No debe ser el amo. Una vez que la mente se convierta en el amo y dejes en segundo término al corazón, vivirás, morirás, pero no sabrás qué es Dios, porque no sabrás qué es el amor.
Al contactar con él por primera vez ,ese intervalo oscuro parece ser amor y cuando te pierdes en él, se convierte en Dios. Dios comienza con el amor, o Dios es la última cúspide del amor.
El segundo paso hacia el amor es: aprende a transformar tus venenos en miel...
Mucha gente ama, pero su amor está muy contaminado con venenos, con odio, celos, furia, posesividad. Mil y un venenos asedian tu amor. El amor es algo delicado. Detente a pensar en la ira, en el odio, en la posesividad, en los celos. ¿Cómo puede el amor sobrevivir?
En primer lugar las personas utilizan demasiado la cabeza y olvidan el corazón. Son la mayoría. Una minoría, todavía vive un poco en el corazón, pero esa minoría también está equivocada, su pequeña luz de amor está rodeada por celos, odio, ira y mil y un venenos. Así, todo el viaje se vuelve amargo. El amor es la escalera entre el cielo y el infierno, pero la escalera siempre tiene dos caminos: puedes subir o bajar. Si existen venenos, la escalera te llevará hacia abajo. Entrarás en el infierno y no en el cielo. Y en vez de alcanzar una melodía tu vida será un estruendo nauseabundo, contradictorio, como el ruido del tráfico. Un ruido enloquecedor, una multitud ruidosa, sin armonía. Permanecerás al borde de la locura.
Por lo tanto lo segundo a recordar es: aprende a transformar tus venenos en miel.
¿Cómo serán transformados? Hay un proceso simple. De hecho no es correcto llamarlo transformación porque no tienes que hacer nada, sólo necesitas paciencia. Te estoy revelando uno de los mayores secretos. Inténtalo: cuando sientas rabia, no hagas nada, sólo siéntate en silencio y observa. No estés ni a favor, ni en contra. No cooperes con ella, no la reprimas. Sólo obsérvala, ten paciencia, mira lo que sucede... déjala surgir.
Recuerda una cosa: nunca hagas nada cuando el veneno se apodere de tu estado de ánimo, simplemente espera. Cuando el veneno empiece a cambiar...
Esta es una de las leyes básicas de la vida: todo cambia continuamente. Como te había dicho, el hombre se vuelve mujer y la mujer se vuelve hombre, porque periódicamente ocurren cambios en ti. El hombre bueno se vuelve malo y el malo bueno; el santo tiene momentos de pecador y el pecador, de santo... uno sólo tiene que esperar.
No actúes cuando la furia está en su punto más álgido, si no te arrepentirás y entrarás en una reacción en cadena y crearás karma. Es así como entras en el karma. Haz algo cuando estés en un momento negativo y formarás parte de una cadena interminable. Cuando estás negativo y actúas, el otro se vuelve negativo, el otro está dispuesto a hacer algo. La negatividad genera más negatividad. La negatividad provoca más negatividad, la furia crea más furia, la hostilidad crea más hostilidad y las cosas siguen y siguen y siguen. La gente ha estado luchando entre sí, durante vidas enteras. ¡Y aún continúan!
Espera. Cuando estás furioso, éste es el momento de meditar; no desperdicies ese momento. La ira está creando tanta energía en ti... que puede destruirlo todo. Pero la energía es neutral; la misma energía que puede destruir, puede ser creativa. Detente. La misma energía que puede destrozarlo todo, puede ser una lluvia de vida.
Sólo espera. Si esperas y haces las cosas sin prisa, un día te sorprenderás al ver el cambio interno. Estabas lleno de ira y la ira iba aumentando y aumentando hasta que llegaste a un clímax... y entonces el curso de las cosas empezó a cambiar. Y puedes ver que está cambiando y la furia va desapareciendo y la energía liberándose. Entonces estarás en un estado de ánimo positivo: el ánimo creativo. Ahora puedes hacer algo. Hazlo ahora. Espera siempre el momento positivo.
Y no estoy hablando de represión, no estoy diciendo que suprimas lo negativo. Lo que digo es que observes lo negativo. Recuerda la diferencia, existe una tremenda diferencia. No digo que te estanques en lo negativo, que te olvides de lo negativo, que hagas algo en contra de ello, no. No estoy diciendo eso. No digo que sonrías cuando estás furioso, no. Esa sonrisa será falsa, fea, fingida. No sonrías cuando estés furioso. Enciérrate en tu cuarto, coloca un espejo frente a ti y mira tu rostro lleno de rabia. No hay necesidad de mostrárselo a nadie. Es cosa tuya, es tu energía, tu vida y debes esperar el momento oportuno. Sigue mirándote al espejo, mira tu cara enrojecida, los ojos rojos, al asesino en ti. ¿Has pensado alguna vez que cada uno lleva un homicida en su interior? Tú también llevas uno. No creas que el asesino está en otra parte, ni creas que el que comete el asesinato es otro. No, todos tienen la posibilidad de asesinar. Llevas el instinto suicida en ti.
Mírate en el espejo; esos son tus diferentes estados, debes familiarizarte con ellos. Conocerse a uno mismo forma parte del crecimiento.
Desde Sócrates hasta nuestras días se ha oído: "Conócete a ti mismo". Pero ésta es la manera de conocerse a uno mismo. "Conocerte a ti mismo", no significa sentarse silenciosamente y repetir: "Soy Brahma, soy una alma, soy Dios, soy esto..." no tiene sentido. Conocerse a uno mismo quiere decir conocer todos los estados, todas las posibilidades: el asesino, el pecador, el criminal, el santo, lo sagrado dentro de ti, la virtud, el Dios, el Diablo. Conoce todos los estados, toda su gama; conociéndolos descubrirás secretos, llaves.
Verás que la ira no permanecerá para siempre, o ¿sí podrá? No lo has intentado; ¡Inténtalo! No puede permanecer para siempre. Si no haces nada, ¿qué sucederá? ¿Podría la ira quedar suspendida por siempre y para siempre? Nada permanece para siempre. La felicidad viene y se va, la infelicidad viene y se va. ¿Entiendes esta simple ley? Todo cambia, nada permanece. Así que, ¿por qué tener prisa? La rabia ha llegado. Se irá. Sólo espera, ten un poco de paciencia. Mira en el espejo y espera. Déjala correr, deja que tu rostro se vuelva feo y homicida, pero espera y observa.
No reprimas la rabia y no actúes bajo su influencia y pronto verás que tu rostro se suavizará, tus ojos se calmarán; la energía cambia, lo masculino se convierte en femenino... y pronto estarás radiante. La misma rojez que era rabia ahora ha adquirido un cierto resplandor, una belleza en tu rostro, en tus ojos. Ahora puedes salir, el momento de actuar ha llegado. Actúa cuando estés positivo. No fuerces a la positividad, deja que llegue a su tiempo. Este es el secreto. Cuando digo: "Aprende a transformar tus venenos en miel" , eso es lo que quiero decir.
Y tercero: comparte. Cuando tengas algo negativo, guárdalo para ti. Cuando tengas algo positivo, compártelo. La gente, comúnmente, comparte sus negatividades, no comparte sus experiencias positivas. La Humanidad es simplemente estúpida. Cuando están contentos no comparten, son avaros. Cuando se sienten infelices, son muy pródigos. Entonces están mucho más dispuestos a compartir. Cuando la gente sonríe, sonríe muy moderadamente, sin llegar muy lejos, pero cuando están furiosos, lo están totalmente. El tercer paso es compartir la positividad. Esto hará que tu amor fluya como un río y hará que surja de tu corazón. El dilema de tu corazón empezará a cambiar cuando compartas.
He oído un dicho muy extraño de Jorge Luis Borges. Escúchalo:

"Dale aquello que es sagrado a los perros.
Arroja las perlas a los puercos
porque lo que importa es dar".

Has oído lo contrario que dice así: "No arrojes nada a los perros y no des perlas a los puercos, porque no entenderán".
Lo que importa no es lo que estás dando: perlas, santidad y amor, ni a quién se lo estás dando. Eso no es importante. Lo importante es que estés dando. Da cuanto tengas. Gurdjieff solía decir: "Todo lo que acumulé, lo perdí y todo lo que di, es mío. Todo aquello que di aún lo tengo, y todo lo que acumulé se perdió, se fue." Cierto; tienes sólo aquello que has compartido. El amor no es una propiedad para ser guardada; es un resplandor, es una fragancia para ser compartida. Cuanto más compartas, más tendrás; cuanto menos compartas, menos tendrás.
Cuanto más compartas, más surgirá de tu interior. Es infinito; más brotará. Saca agua del pozo y más agua fresca fluirá hacia él. Deja de sacar agua, cierra el pozo, sé un miserable y cesará de manar. Poco a poco las fuentes morirán, se bloquearán y el agua que está en el pozo se corromperá, se volverá rancia y sucia. El agua que corre es fresca... el amor que fluye es fresco.
Así que el tercer paso hacia el amor es compartir tus cosas positivas, compartir tu vida, compartir todo lo que tengas. Todo lo bello que tengas, no lo escondas.
Comparte tu sabiduría, comparte tu oración, tu amor, tu felicidad, tu gozo; comparte. Sí, si no encuentras a nadie, comparte con los perros, pero comparte. Con las rocas, pero comparte. Cuando tengas perlas, espárcelas. No te preocupes si las das a los puercos o a los santos. Lo que importa es dar.
El almacenamiento envenena el corazón. Toda acumulación es venenosa. Si compartes, tu sistema estará libre de venenos. Y cuando des, no te preocupes por si serás correspondido o no, no esperes ni tan siquiera las gracias. Siéntete agradecido a la persona que te permitió compartir algo con ella. No esperes en el fondo de tu corazón que él tenga que sentirse agradecido porque compartiste algo con él. No, siéntete agradecido porque él estuvo dispuesto a escucharte, a compartir un poco de energía contigo, porque estuvo dispuesto a escuchar tu canción, dispuesto a ver tu danza, porque cuando fuiste hacia él a darle no te rechazó... pudo haberlo hecho.
El compartir es una de las virtudes más espirituales, una de las más grandes.
Y la cuarta: no seas "alguien". Una vez que comienzas a pensar que eres alguien, te estancas. Entonces el amor no fluye. El amor sólo fluye de alguien que no es nadie. El amor mora sólo en la nada.
Cuando estás vacío, hay amor.
Cuando estás lleno de ego, el amor desaparece.
El amor y el ego no pueden converger.
El amor puede existir con Dios y no con el ego, porque el amor y Dios son sinónimos. Es imposible que el amor y el ego estén juntos. Así que, sé la nada. El "no ser" es la fuente de todo, el "no ser" no ser es la fuente del infinito... "no ser" es Dios. Ser "la nada" significa nirvana.
Sé "la nada" y al serlo, habrás alcanzado el Todo. Siendo "algo" te perderás; al ser "la nada", llegarás a casa.

Vida, amor, risa

Los orígenes de la automoción en España (2). El Isetta.



Mi padre tuvo uno antes de tener el Seiscientos, popularmente se le conocía como "el huevo", sobran las palabras, fue el antecesor del Seiscientos, cuando el Seiscientos apareció, desapareció el Isetta.
En España había un licenciatario de la marca italiana, que fabricaba los Isettas en el madrileño barrio de Carabanchel.
En Alemania había otro licenciatario, nada menos que la BMW, ahí es nada, que los fabricaba para el mercado alemán con una mecánica bastante mejorada, los alemanes ya se sabe...
La puerta de acceso (única) estaba en la parte frontal, y el volante iba sujeto a ella, cuando se abría arrastraba al volante con ella, alucinante, pero éste era el único sistema para permitir el fácil acceso al asiento del conductor, así el volante no estorbaba.
Era además descapotable, lo cual permitía que en caso de que por un choque se bloqueara el portón frontal de acceso, se pusiera siempre salir por el techo.
Las ruedas traseras iban más juntas que las delanteras, a menor distancia del eje, para mejorar la estabilidad.
Según mi padre esto garantizaba que te tragabas todos los baches, si los esquivabas con las ruedas delanteras los cogías con las traseras, no fallaba, y las carreteras y calles de la época estaban llenas de baches, la mayoría eran de grava y arena, o, como mucho, de adoquines o asfalto parcheado.
Era este cochecito, el popular "huevo", un híbrido entre moto y coche, a la gasolina había que mezclar aceite como en las motos, para ello contaba con un pequeño depósito de aceite suplementario, pero era mejor mezclarlo directamente en el depósito de la gasolina, por lo visto así se consumía menos.
Y poco más que decir, yo no llegué a conocerlo, era un bebé, además los tres no cabíamos en él, era biplaza, el que sí conocí fue el Seiscientos del que ya he hablado y hablaré...
Qué pena no haber conservado ese cochecito en la familia, hoy valdría una fortuna, me imagino el farde circulando con él, me miraría todo el mundo.
Está en la línea de los minicoches actuales, al que se le ocurra reeditarlo se forra seguro.
Tiempo al tiempo...
En fin, aquellos tiempos heroícos de los comienzos de la automoción en España...

el paseante

jueves, 28 de junio de 2012

La lectura del fin de semana. Platero y yo. Juan Ramón Jiménez. 1917.


Cuando leí Platero y yo quedé hechizado, me conmovió profundamente la relación que establece el poeta con Platero, su mutuo entendimiento, su cercanía, la cercanía que existe entre todos los seres vivos, la cercanía que hay que saber descubrir.
El comienzo de Platero y yo está escrito con letras de oro en la historia de la literatura, igual que el comienzo de El Quijote, La Odisea o En busca del tiempo perdido.
Prosa poética, elevada, espiritual, etérea.
El poeta, Platero, la naturaleza, los atardeceres, el amor entre los seres vivos, la ternura, la comprensión, la compasión...
Y la dicha de compartir todo eso y de descubrir la verdadera dimensión de la vida que no es otra sino el amor.
Al cabo de muchos años puede descubrir lo que significa el amor por los animales, la ternura tan especial que inspiran, su cariño siempre pendiente de nosotros, y la protección, el amparo, el cobijo que nos piden.
Se diría que al igual que Platero todas mis mascotas han sido como de algodón, que no tuvieran huesos. Son como una nube que pasajera y fugaz cruza nuestra vida para darnos la lección del amor, y de la entrega, de la verdadera entrega.

el paseante

Mis conversaciones con Woody (3). La final de la Eurocopa.


- Perdona jr, sé que habías cerrado el blog por hoy pero se me acaba de ocurrir una idea genial para que progreses en tu incipiente heterosexualidad.
- Díme Woody..., ya estaba dormido...
- Se me ha ocurrido que veas la final de la Eurocopa del domingo y que la comentes el lunes en el blog.
- Pero Woody si no tengo ni televisión en casa y además yo de fútbol no sé nada.
- Pues precisamente por eso, un punto de vista diferente sobre el partido.
- No sé, no está del todo mal la idea pero no sé si seré capaz, me tendré que ir a ver el partido a casa de mis padres.
- Pues hazlo, va a quedar muy bien el el blog, algo diferente: EL PASEANTE COMENTA LA FINAL DE LA EUROCOPA!!!!!!!
- No está mal, sabes, a veces tienes buenas ideas.
- Pero no escribas una poesía sobre el partido o algo así, comenta el partido como si fueras Matías Prats.
- Vale, vale, te he entendido, lo intentaré, pero no te prometo cómo va a salir, para mí es algo muy nuevo.
- Por eso mismo, además le va a venir se maravilla a tu homosexualidad, uy, perdón, he querido decir a tu heterosexualidad, en qué estaría yo pensando...
- Sabes, me hace ilusión.
- Pues yo estoy emocionadísimo, si quieres vemos el partido juntos, y así puedes además presentarme a tus padres.
- Pues Woody además mi padre es fan tuyo de toda la vida.
- Genial, el domingo veo contigo y con tus padres el partido, verás qué bien...


el paseante

Felices sueños a todos.


Felices sueños a todos, hasta mañana.

el paseante

Mi foto favorita del blog.


Se trata de una de las primeras fotos aparecidas en el blog, es una vista de la plaza del Callao de Madrid, tomada desde la cafetería del Corte Inglés, hecha como todas las demás fotos mías del blog con la cámara de mi móvil Nokia X2.
A la foto se acompañaba el siguiente texto:
"Con frecuencia mi alma sueña y se eleva al cielo de la ciudad, desde allí la contempla, soleada y hermosa como un acantilado sobre un mar resplandeciente de asfalto". 
La entrada se titulaba: A veces sueño, y fue publicada el jueves 25 de agosto de 2011, el cuarto día de vida del blog que comenzó el día 22 de ese mismo mes con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI a Madrid.
Esta foto me parece una especie de símbolo del blog.
el paseante

Mis conversaciones con Woody (2).



- ¿Qué te pasa jr?
- Nada Woody, no me pasa nada.
- A mí no me engañas, algo te pasa.
- Te aseguro que no me pasa nada, estoy fenomenal.
- Seguro, no hay más que verte la cara.
- Bueno, pues si eres tan listo dime tú lo que me pasa.
- ¿Estás enamorado?
- ENAMORADO, TE HAS VUELTO LOCO!!!!!!!!!!!
- A mí no me engañas jr, tú estás enamorado.
- Pues siento decepcionarte, no lo estoy en absoluto.
- Vale, veo que no me lo vas a contar, cambiemos de tema, ¿cómo va lo de tu heterosexualidad'
- Está un poco parado, ni siquiera estoy viendo los partidos de fútbol de la Eurocopa, creo que hay una cierta involución, para serte sincero estoy releyendo a Juan Ramón Jiménez.
- Bueno, al menos no has vuelto a leer a Cernuda, no está todo perdido.
- Ya, pero no creo que nunca llegue a ser un heterosexual como Dios manda, lo del fútbol es un rollo, y además España juega fatal, gana los partidos de chiripa.
- Te van a expulsar del país si sigues así, una cosa es no ser heterosexual y otra ser anti español.
- Pues me da igual como me llamen, prefiero leer a Juan Ramón.
- Prefiero leer a Juan Ramón, qué finolis, así no vas a adelantar nada.
- Además del Bosque es feísimo.
- Tampoco tu Juan Ramón era muy guapo que digamos.
- No compares a un poeta con un entrenador de fútbol por favor, y menos a un premio Nobel.
- Pues Del Bosque es marqués.
- Prefiero no contestarte, marqués de del Bosque, si parece una broma.
- Pues suena hasta poético "marqués de del Bosque", qué bonito.
- Bueno, Woody, no estoy para muchas tonterías, si esta es la terapia que piensas hacerme pues lo dejamos.
- ¿Y qué terapia quieres que te aplique, que te lleve a un Burdel?
- Por favor, cada día estás peor, yo pensé que eras más intelectual.
- Pero si lo hago todo por ver si reaccionas.
- Pues contrólate un poquito.
- Cambiando de tema, ¿qué ha pasado por fin con Nerea?
- Me ha abandonado, creo que no soy lo suficientemente interesante para ella.
- ¿Y eso?
- La misma historia de siempre con las mujeres, primero se fascinan y luego se aburren, no hay término medio, en cuanto ven que realmente tienes interés por ellas se hacen las interesantes.
- Veo que para ser asexual sabes bastante del tema.
- Bueno, Woody, no siempre he sido asexual, sabes.
- Ya veo, ¿pero seguís viéndoos?
- Sí, pero ya nada es igual, me aguanta por compromiso.
- ¡Qué fuerte, todas son iguales! A mí siempre me han hecho lo mismo, es la historia de mi vida.
- Woody, es que somos almas gemelas.
- Pues sí jr, aunque suene inmodesto por mi parte me parezco mucho a ti, no sólo te admiro sino que me identifico contigo, con tu creatividad, tu ingenio, tu inteligencia, tu gran cultura, tu encanto personal, me hubiera gustado ser como tú, y como te digo perdona la inmodestia jr.
- Estás perdonado Woody, sabes, ojalá fueras mujer, y algo más guapo, podríamos ser pareja y seguro que seríamos felices.
- Me encantaría jr, suena fabuloso, oye, ¿qué te parece si cambio de sexo?


(continuará)

Interview with the paseante (part three).

Latvia Romanescu of "The New York Times on the blog".
(continuation of the interview)

L.R.:
And for the other guy, Paseante, how was all this matter for him?

Mr. P.
I think it was terrible for him, he is a married man and I guess that for his wife and for his family it was very ugly, I'm sure but it's only an impression because we never speak about this affiaire of the anonymous

L.R.:
And why you never speak about that?

Mr. P.:
I don't know very well the reasons, perhaps because we feel ashame with all the things that the anonimous contain.

L.R.:
What kind of thigs?

Mr. P.:
Silly things, incredible things, only the brain of a fool can be able to imagine this kind of terrible thinkings about the others.

L.P.:
It was like a trauma for us?

Mr. P.:
Of course it was, and still is a trauma for me and I thing that for my friend also is still a trauma.

L.P.:
Perhaps you must speak with him about this mather.

Mr. P.:
I think is impossible to speak with him because he is absolutely sad, he suffers a kind of depression I think.

L. R.:
And you paseante, what's about you?

Mr. P.:
I feel better now three years ago, but my concept of the human behavior change a lot since this moment, I don't believe in people like I use to believe in the past, it really was so terrible...

L. R.:
Paseante, tell me , are you still in love with this guy?

(to be continued)

Copyright: All rights reserved "The New York Times on the blog".

A puro dolor.



Perdona si te estoy llamando en este momento,
Pero me hacía falta escuchar de nuevo,
Aunque sea un instante tu respiración.

Disculpa sé que estoy violando,
Nuestro juramento,
Se que estás con alguien, que no es el momento,
Pero hay algo urgente que decirte hoy.

Estoy muriendo, muriendo por verte,
Agonizando muy lento y muy fuerte.

Vida, devuélveme mis fantasías,
Mis ganas de vivir la vida,
Devuélveme el aire...

Cariño mío, sin ti yo me siento vacio,
Las tardes son un laberinto ,
Y las noches me saben
A puro dolor...

Quisiera decirte que hoy estoy de maravilla,
Que no me ha afectado lo de tu partida,
Pero con un dedo no se tapa el sol.

Estoy muriendo, muriendo por verte,
Agonizando muy lento y muy fuerte,

Vida, devuélveme mis fantasías,
Mis ganas de vivir la vida,
Devuélveme el aire...

Cariño mío, sin ti yo me siento vacio,
Las tardes son un laberinto
Y las noches me saben,
A puro dolor...

Vida, devuélveme mis fantasías,
Mis ganas de vivir la vida,
Devuélveme el aire...

Cariño mío, sin ti yo me siento vacio,
Las tardes son un laberinto
Y las noches me saben,
A puro dolor...

Perdona si te estoy llamando en este momento,
Pero me hacía falta escuchar de nuevo,
Aunque sea un instante tu respiración.

Alejandro Fernández

La réplica de la sombra a los celos.


Tienes razón, Jota, reconozco que no soy celosa, pero eso no significa que me resultes indiferente, como tú dices. Lo que pasa es que la forma de amar que defiendes es diferente a la mía. Las personas inseguras se dejan cegar por la pasión y no quieren ver la realidad porque “necesitan” a la persona amada, y como dependen de ella para ser felices quieren ser “necesitadas” de la misma manera. De ahí vienen los celos, que son sólo y exclusivamente fruto del amor propio. Cuando hay celos no quieres a la otra persona, solo quieres, como tú bien dices, anularla para poder dominarla, hacerla tuya, parte de ti, y cuando lo consigues se pierde por completo el enamoramiento, porque la persona que te enamoró cuando la conociste ha dejado de existir, se ha convertido en una prolongación de ti y ya sólo quedas tú.
Sin embargo, la persona segura de sí misma no está con la persona amada porque la “necesite”, sino porque al verla y valorarla como es, al dejarla ser, hay un enriquecimiento mutuo. Te aseguro que amar con los ojos abiertos es fascinante, porque observas cómo evoluciona el ser amado, cómo crece, cómo le influyes y te influye de manera natural. Esto, lejos de resultar indiferente como proclama Sócrates, es sumamente interesante. Yo creo que lo que nos enamora de verdad de alguien es algo que no está en nosotros, que no podemos ni debemos controlar, y sólo seguiremos enamorados mientras no sea nuestro.
¿De verdad te parece esta forma de amar más aburrida que la pasión cegadora que sólo desea estar con alguien previsible a quien manejar a su antojo? ¿En serio?
Personalmente prefiero dejarme sorprender a tenerlo todo bajo control, pero tal vez esto se deba a mi naturaleza incontrolable…

La sombra del paseante

La foto de la semana (14).

Verano. José Ramón Carballo. Junio 2012. Cámara móvil Nokia X2.

Tres motores del blog...


Ya han desaparecido 3 motores del blog: Gloria, Julio, Antonio, y en retirada está mi amiga Terre.
Y ha aparecido un nuevo motor: Nerea.
Se han equiparado en número las visitas desde España y las de el extranjero.
Vamos a alcanzar las 20.000 visitas en menos de 1 año.
Ya hay más de 1.000 entradas sobre 1.000 temas diferentes.
Y hemos alcanzado las 4.000 visitas al mes en los dos últimos meses.
Pero faltan 3 motores que me motivaban a escribir y participaban de una u otra manera en el blog activamente.
Mi amiga Carmen me hace comentarios elogiosos sobre el blog, y Terre me hace comentarios críticos, y también elogiosos a veces...
Echo especialmente de menos a Julio, tan entusiasta, tan alegre, tan colaborador, tan brillante, tan afín, tan amigo.
¿Pero qué puedo hacer?
Insisto en saber de él pero no recibo respuesta.
De Antonio estoy absolutamente desencantado, aunque en tiempos fue también adicto al blog y lo elogiaba, y colaboró en él brillantemente.
Pero lo de Antonio ya es insuperable.
Gloria tampoco está ya, ella nunca me hubiera "dejado", ni "traicionado", siempre hubiera estado "ahí" como aliada, cómplice, amiga, pero murió.
Y Terre identifica el blog demasiado conmigo, con su lucha "por mí", con su afán porque sea como ella quiere que sea, tanto el blog como yo.
En fin, la vida que va pasando, y el blog que es parte de ella.
El 22 de agosto cumplirá el blog 1 año de vida.
Y la verdad es que pienso seguir con él, ya forma parte de mí, es una ventana que he abierto desde dentro de mí al exterior, y a través de la cual yo me miro y me conozco mejor.

el paseante

Carta abierta al verano.


Me gustas verano, eres mi estación favorita, creo que ya lo he dicho, me gustas por razones obvias, tontas, simples, evidentes.
Me gustas porque hace buen tiempo, qué tontería, pues claro, es verano.
Porque puedo disfrutar del sol, de la naturaleza, estar más tiempo al aire libre, hacer excursiones, bañarme en la piscina y en la playa, hacer ejercicio, contemplar la vida más de cerca, y vivir más intensamente.
En especial de ti, verano, me gusta tu alegría, tus colores tan vivos, tus sonidos, el canto de los pájaros en los jardines, el silbido de las gaviotas en el mar, los gritos de los niños en la playa, las conversaciones en voz alta, la música que suena en cualquier rincón.
Y tus colores, los atardeceres de color naranja, los amaneceres color turquesa, el mar de color variable, la piscina con su reflejo de luz esmeralda, la hierba tan verde que parece pintada, y esas ilimitadas extensiones de los campos de cultivo llenos de color amarillo como si al pintor se le hubiera ido la mano, o poblados hasta lo inverosímil de girasoles como salidos de un cuadro de Van Gogh. 
Y las cosechas apuntando hacia el cielo ya apenas, esperando el otoño para madurar.
Admiro de ti también tus tormentas, cada año más infrecuentes, y recuerdo las tormentas de mi infancia, nada como aquello, daban miedo.
Me gustan también los colores de la ropa de las mujeres, sus dibujos, tan alegres, tan variados.
¿Y qué más me gusta de ti?
Pues las noches de luna, verla surcar el cielo a través de la ventana, en su lenta singladura nocturna iluminándome con su blanca luz.
Dormir acompañado por la luna, con la luna vigilando mi sueño desde lo alto del firmamento, eso sí que es un lujo gratuito, lo que costaría conseguir hacer algo así si no nos lo regalara el universo, sería algo imposible.
También me gusta el canto de las cigarras a la hora de más calor de la siesta, y el de los grillos por la noche, que cuando te acercas se callan.
Y tus cielos llenos de estrellas, como nunca, llenos de galaxias, constelaciones, planetas.
Y saber que cada año regresas, verano, a curar mis heridas, las heridas que el cruel invierno deja en mi alma, y a llenarme el alma de gozo y a reconciliarme con la vida y el amor a la naturaleza.
En tus días tan largos, en tu luz que nunca se acaba, en tu calor, tu color, tu alegría, tu vitalidad, desfallece a veces mi alma, te lo confieso, pensando en que tal vez algún día no te vuelva a ver, y pienso si en el más allá siempre será verano para mí y si podré seguir contemplando tu belleza y siendo feliz en ti como ahora.


el paseante

miércoles, 27 de junio de 2012

El escritor es como Spiderman.


Uno se sienta delante del teclado del ordenador y escribe, cuanto menor es el propósito de escribir mejor es el resultado, menos forzado, más natural, más espontáneo, curioso.
Se diría que uno debe no tener ganas de escribir para escribir bien, o al menos mejor.
En la escritura como en la vida es mejor que las cosas sucedan sin intervenir demasiado, al final el resultado es mejor.
Sin propósito, pues, sin intención, sin forzar nada, dejándonos llevar, sin ganas de escribir, casi mejor con algo de desgana, no con una desgana total, claro, porque si así fuera no escribiríamos.
Uno no sabe ni lo que escribe pero va escribiendo, deja de ser él a través de la escritura y se convierte en sí mismo, se transforma en un ser invisible que a través de la escritura se hace visible para el lector.
Primero debe desaparecer y luego reaparecer en lo que escribe, así conecta con las musas más fácilmente, ¡qué escriban las musas!, mejor, son más interesantes que nosotros.
Si ves a un escritor haciendo la compra en el supermercado pierdes las ganas de leer su obra, pero es que su obra no es suya, su obra es de las musas, y las musas no hacen la compra nunca en el supermercado, se alimentan sólo de ideas.
Y después de todo esto llega un lector desconocido y te lee, pero bueno, en realidad no te lee a ti, lee lo que ha quedado escrito que es un reflejo de un momento dado de ti, y es el lector el que realmente escribe finalmente el texto, interpretándolo, llevándolo hasta sí mismo, y reescribiéndolo con su imaginación.
Es más fructífero y menos frustrante leer que escribir, pero hay un momento en el que uno pasa de lector a escritor sin saber cómo, y ya no puede volver atrás, se queda por siempre en escritor, es como un destino o una maldición.
Y uno escribe le lean o no, tenga ideas o no, le guste escribir o no, uno escribe como la araña teje su red, para tratar de atrapar moscas, las moscas son los lectores, y que queden enganchados a tu escritura.
La escritura es una tela de araña que trata de apresarte, y el escritor te acaba engullendo en un mundo diferente del que cuesta salir.
La pasión de la escritura, la pasión de la lectura, la pasión de las ideas, la pasión de la comunicación, la pasión de la seducción, la pasión del amor.
En el fondo el escritor sólo busca el amor de sus lectores, sentirse querido, acompañado, comprendido, consolado en el infortunio constante del mundo, y reconfortado en el placer de la belleza.
Te necesito lector, ámame por favor.


el paseante

martes, 26 de junio de 2012

Les fleurs d'été.

Les fleurs d'été. José Ramón Carballo. Óleo sobre lienzo. Junio 2012.

El cuadro de la semana. Hotel junto a las vías del tren. Edward Hopper. 1952.


Menuda pinta de aburridos, se ve que ahí no hay nada que hacer, sólo aburrirse.
Y menudas vistas, a las vías del tren, me pregunto si serán capaces de dormir ahí, vaya ruido que hará el tren.
Él mira por la ventana pero no creo que se esté recreando en el paisaje, tal vez, por el gesto absorto, esté pensando tirarse por la ventana, pero no le servirá de nada, es un piso bajo, ni suicidarse puede, salvo que se tire al tren.
Bueno, realmente toda su vida debe de ser un permanente suicidio, no hay más que verle y además ver a su mujer, sinceramente, no tiene lo que se dice buen tipo.
Se ve que tienen poco interés el uno por el otro, más bien ninguno, ella se refugia en la lectura y él en la melancolía.
Poca comunicación deben tener, los matrimonios de muchos años son así, ya lo saben todo el uno del otro, hay poco que descubrir, todo está dicho, hablado, discutido y callado, desde hace mucho tiempo.
Los matrimonios que duran tanto se basan en el silencio, es igual que vivir solo, la misma incomunicación, si estás solo no te comunicas con nadie, si estás casado no te comunicas con tu mujer.
Pintura de la desolación, poco optimista, más bien pesimista, me pregunto para qué reproducir las malas noticias, "nuestro matrimonio no funciona", parece decir el cuadro, pues vaya novedad, enhorabuena por haberse dado cuenta.
¿Y qué placer obtengo yo de la contemplación de la escena?
Un consuelo para mi soledad: mejor solo que mal acompañado.
Realmente eso ya lo sabía, y todo lo demás que se plantea en el cuadro también.
Enhorabuena, el pintor ha logrado confirmar mis más negras teorías:
1) Mejor solo que mal acompañado.
2) Nunca te hospedes en un hotel al lado de las vías del tren.
3) Las parejas duraderas se basan en la incomunicación.
4) La lectura es la mejor evasión de la realidad.
5) La segunda mejor evasión de la realidad es la melancolía.
6) La luz del último sol de la tarde resulta algo tristona.
7) No debes nunca quedarte en enaguas delante de tu marido.
Preferiría la verdad algo más alegre, menos mortecino, no tan feo, pesado, solemne, trivial.
Pero hay lo que hay, la cruda realidad, por si la realidad fuera poco cruda va Hopper y nos lo recuerda, bueno, no sólo nos lo recuerda, sino que además lo pone en escena de forma que deje una huella indeleble en nuestro cerebro, como una especie de trauma perdurable.
El sello de la realidad, el tampón de la existencia, quedamos después de ver el cuadro marcados a fuego como una res.
Hopper tatua sobre nuestra piel el código del desconsuelo eterno por si en algún momento logramos olvidarnos de él, y así tenerlo siempre a la vista para recordarlo inmediatamente.
Todo un detalle por su parte.


el paseante

La respuesta de el paseante a los celos.

 
Frivolizas sobre los celos sombra porque en realidad no los sientes, porque en realidad no sientes nada por mí y eso te permite bromear, tomarte el tema a la ligera, cuando de ligero no tiene nada, y bien lo sabrías si de verdad me quisieras y si de verdad los sintieras.
Platón en su diálogo Fedro pone en boca de Sócrates una disquisición sobre el amor y los celos en la cual se viene a decir que hay que emparejarse con personas que no nos amen y a las cuales no amemos.
Porque el amor según ellos no es sino una enfermedad mental, y el enamorado, el verdadero enamorado quiere gozar de la posesión de su amado en exclusiva y para ello quiere separarlo del mundo, del trato con los demás, de sus aficiones, gustos, profesión, de la libertad de sus ideas, de su conciencia, de su libre ir y venir, de sus ambiciones, propósitos, luchas, ambiciones, quimeras..., por separarlo quiere separarlo hasta del amor que a sí mismo se profesa, es decir, del amor propio, de su soledad, de su autosuficiencia, porque quiere que dependa de él para todo y exclusivamente.
Quiere aislarlo y tenerlo sólo para sí, y eso no es sino fruto de los celos, que no son sino el afán de posesión absoluta de la persona amada, lo cual al que así es amado no hace sino perjudicarle metiéndole en una cárcel y privándole de libertad, de su desarrollo como persona.
Por otro lado amar así mete al que ama también en una cárcel de sospechas, de permanente insatisfacción, de deseos frustrados, de malestar, de sufrimiento infinito.
Ni amar ni ser amado es algo recomendable según Sócrates interpretado por Platón.
¿Entonces?
Pues entonces, según nos recomiendan estos dos sabios filósofos, el uno por boca del otro, nos deberemos unir a personas que nos son indiferentes y a las que igualmente resultamos indiferentes, sólo así seremos libres y no sufriremos ni el anhelo imposible de posesión total, ni nos sentiremos prisioneros de la pasión del otro.
Pero, vaya rollo, sombra, juntarte con quién ni amas ni te ama, es como hacerse funcionario, un aburrimiento.

el paseante

Los celos según la sombra.




LOS CELOS

Vale, paseante, quieres que te hable de los celos ¿no?. Pues ¿sabes que te digo?, que le preguntes a tu “novia literaria”. Sí, sí, a Nerea. Claro que qué va a saber esa de celos, con lo segura que “parece” de sí misma. En cualquier caso, pregúntale a ella, yo no te voy a decir nada al respecto. Colaboraría contigo sin problema si me juraras y perjuraras que me prefieres a cualquier otra, que soy la mejor sombra que has tenido en tu vida, que te encanta dormir a mi lado en las noches de luna llena, cuando su luz me coloca acurrucada a tu espalda… Pero, fíjate, aunque me aseguraras por lo que más quieres, que me quieres más que nada, no te creería y ¿por qué? te preguntarás, ¿qué motivos me has dado para desconfiar de tu palabra?. Pues ninguno, tengo que decirlo. Pero no podría creer que alguien como tú se hubiera fijado en mí, en una sombra etérea que pasa desapercibida por el mundo sin dejar más huella que un dudoso frescor y su fugaz oscuridad. Sí, soy insegura, ¿qué pasa?.
…Uy, perdona, Jota, has debido de pasar por debajo de otra sombra y esa interferencia me ha provocado un ataque de celos…¿de qué querías que te hablara?

La sombra del paseante

La película de la semana. La inglesa y el duque. Eric Rohmer. 2001.


Otra recomendación de mi padre, garantía de calidad, del mejor cine, mi padre es mi maestro en cinefilias, mi guía cinematográfico, tiene un gusto exquisito, ya he recomendado otras películas que él a su vez me recomendó.
Esta película es sorprendente, atípica en la filmografía de Rohmer, un director intimista, de lo cotidiano, en cuyas películas no pasa nada, como un notario del día a día de cualquiera, eso es precisamente lo que hace grande a su cine, te hace pensar sobre el presente, sobre tu vida, viendo reflejada la vida de los demás, tan similar a la tuya, en la pantalla.
Reflexivo Rohmer.
Pero en este caso aborda el género histórico, el París de la Revolución Francesa, en un tono idéntico al del resto de sus películas, es decir, intimista, cercano, corriente.
Retrata la cotidianeidad de ese momento histórico tan glosado.
Sorprende como resuelve la ambientación, mediante decorados de cartón pintado que son como cuadros, los personajes se mueven delante de paisajes y calles que no son sino grandes lienzos, grandes pinturas, con algún elemento en primer plano de decorado tradicional.
Impresiona la grandeza de la película mediante este truco tan sencillo, insuperable, ningún efecto especial, tan en boga ahora, hubiera obtenido un resultado más eficaz para hacernos trasladar con la imaginación a ese momento histórico, y es que habitualmente vemos la historia desde los ojos del arte, en concreto desde los ojos de la pintura, y eso hace Rohmer en esta película, que por ello mismo es más real que cualquier efecto especial.
No sé si os pasará a vosotros pero en las películas de efectos especiales no consigo centrarme en el argumento, mi cabeza está continuamente valorando la calidad de los efectos especiales, es decir, su verosimilitud.
Pues Rohmer, mediante lo inverosímil logra la mayor verosimilitud, paradógico, cosas de genios.
Película de conversaciones, verla en el francés original, película de interiores, de salas de estar, de vestuario y objetos decorativos, mobiliario, todos esos pequeños detalles que acercan al espectador a la intimidad de las escenas y de los personajes.
Recuerdo la escena en que un carruaje se acerca desde un fondo de paisaje pintado y cruza por debajo de un arco de triunfo de cartón piedra que no pretende sino marcar eso, que es de cartón piedra, en ese momento me sentí como nunca en la Revolución Francesa.
Ya me lo advirtió mi padre, no puedes perdértela, y tenía razón, gracias papá.

Un beso,

el paseante

lunes, 25 de junio de 2012

Mi torso (actualización 23-06-2012).


Ya voy estando algo morenito, de ir a la piscina, estupendo, unos largos y al sol, delicioso el sol sobre la piel aún mojada, esa sensación de bienestar que nos da el astro rey calentándonos, acariciándonos con su suave tacto, tan cálido, tan sensual.
Mi cuerpo bajo el sol, a pleno sol, qué delicia.
Y el agua escurriendo en pequeñas gotas sobre mi cuerpo, colándose por entre el bañador, refrescantemente energizante.
Sol, agua, naturaleza, aire..
¿Qué más necesita el hombre?
Amor.
¿Amor?
Sí, amor.
Creo que el amor lo complica todo, vamos a dedicar la semana a hablar del amor, a ver a qué conclusiones llegamos.

el paseante

La playa y yo.


Ésta es la primera playa en la que he estado en mi vida, era muy niño, es la playa de Poniente en Benidorm, inolvidable...
La foto parece salida de la serie de Mercero "Verano azul".
Corría el año de 1964, ayer como quién dice, y apenas había comenzado el mes de agosto, yo cumplía ese verano 4 añitos, qué rico, bueno, al grano, mis padres llevaban dos semanas de cuchicheos, como yo me había portado mal últimamente imaginé que me iban a dar en adopción, de repente un viernes después de cenar me comunicaron que tenía que acostarme temprano...
Y se miraron fijamente...
Terrible, era verdad, pensé, me abandonan.
Al momento mi madre me acarició la cara con ternura y me sonrió mientras mi padre nos miraba fijamente emocionado.
Se despedían de mí, pensé, ya no me volverán a ver más.
Entonces mi madre pronunció la frase:
- Jose, hijo, es que mañana temprano salimos de viaje.
Horror, además me dan en adopción a una familia de fuera de Madrid, pensé aterrorizado, nuevas costumbres, otro idioma tal vez.
Y añadió:
- Porque nos vamos de vacaciones, hijo, nos vamos a la playa, a ver el mar.
Entonces respiré aliviado y pregunté:
- ¿La playa, y eso qué es?
Aún no la había visto en la televisión.
- Pues el mar, hijo, mucha agua y mucha arena.
Mucha arena, eso me gustaba, yo era adicto a la arena, las palas, los cubos, los moldes con forma de pez y de estrella.
Entonces mi madre me dio un beso y mi padre sonriente, eufórico, me tiró de una oreja y me dijo:
- Pero Puppie que vas a ir al playa.
Mi padre de pequeño me llamaba Puppie, es decir, mascota en inglés, él siempre ha sido muy anglofilo, tal vez pensaba que no era un niño, que era un perro o un gato, no lo sé.
Y a la mañana siguiente nos montamos en el Seiscientos y nos fuimos a Benidorm.
Cuando llegué a la playa me extrañó lo llena de gente que estaba, apenas se veía la arena, y el mar quedaba muy lejos, había que abrirse paso entre tanta toalla extendida y tanta sombrilla para llegar al agua, y allí nos pusimos, al lado del agua aunque apenas había sitio.
Y me metí de la mano de mi madre al agua, delicioso, el agua ni fría ni caliente, limpia, de un verde azulado, con unas suaves olas que me mecían con su pronunciada ondulación elevándome y haciéndome caer lentamente, como en un tobogán natural, incesante, como en un abrazo de agua que me acunara, me acariciara, me divirtiera.
Y luego era verdad, había mucha arena, tanta como agua en el mar, aquello era infinito por todas partes, no acababa nunca, igual que el sol, había para dar y tomar, e igual que la gente, infinita también.
Me ha quedado grabado aquel recuerdo, de mi primer día en la playa de manera imborrable, desde entonces para mí el paraíso es eso, una playa llena de gente, unas olas elevadas y suaves que me mecen, me abrazan, me besan todo el cuerpo, un sol infernal, muchas sombrillas, mucha gente, y la alegría, la felicidad, la algarabía, el follón estridente por todas partes.
Enseguida descubrí que para dejar de oír tanto ruido bastaba con sumergirte en la ola, meter la cabeza dentro de ella y dejarte arrastrar hasta la orilla donde te arrojaba cual Jonás recién escupido de la boca de la ballena.

el paseante